Crisis en el este de Europa

El baile diplomático por Ucrania muestra el juego de intereses y la división entre aliados europeos

El británico Johnson y el polaco Morawieck viajan a Kiev para apoyar al presidente ucraniano Zelenski, mientras que el húngaro Orbán se entrevista en Moscú con su aliado Putin

El mandatario ruso garantiza al italiano Draghi, en una conversación telefónica, que habrá suministro de gas "estable" al país transalpino

Putin Orbán

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El Periódico

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La crisis en Ucrania ha generado una frenética labor diplomática desde diferentes frentes que refleja la desunión en el seno de la Unión Europea y entre ciertos países de la UE, como Alemania y Francia, con la estrategia de Estados Unidos y la OTAN. Este martes han viajado por separado a Kiev, la capital ucraniana, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, enemigo manifiesto de Rusia, y el primer ministro británico, Boris Johnson, en la cuerda floja en su país por los escándalos de las fiestas en plena pandemia.

Por su lado, el jefe de Gobierno húngaro, Viktor Orbán, se ha entrevistado en la capital rusa con Vladímir Putin, con el que mantiene buenas relaciones. Otro líder europeo, el jefe del Ejecutivo italiano, Mario Draghi, ha mantenido una conversación telefónica con el mandatario ruso. Putin ha prometido al primer ministro italiano que habrá un suministro "estable" de gas natural hacia Italia, menos de una semana después de una polémica reunión entre el mandatario ruso y directivos de grandes empresas del país transalpino en la que se trató también la seguridad energética.

Johnson y Morawiecki han manifestado su inequívoco apoyo a Ucrania ante la amenaza rusa. "Vivir cerca de un vecino como Rusia es tener la sensación de estar viviendo al pie de un volcán", ha dicho Morawiecki antes de mantener una entrevista con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El político ultraconservador polaco, cuyo Gobierno es uno de los más díscolos con la Comisión Europea, pero un firme defensor de la mano dura contra Moscú, ha garantizado el suministro de gas y de armas, además de ayuda económica y humanitaria a Ucrania.

"Independencia energética"

El 'premier' británico, por su lado, ha manifestado en un comunicado la voluntad del Reino Unido de "defender la soberanía de Ucrania frente a quienes buscan destruirla". Johnson ha instado a Rusia "a dar un paso atrás y entablar un diálogo para encontrar una solución diplomática y evitar un mayor derramamiento de sangre". El Gobierno británico ha anunciado una nueva partida de 88 millones de libras (105 millones de euros) para contribuir a una "gobernanza estable" en Ucrania, avanzar hacia la "independencia energética" de ese país y reducir su necesidad de importar energía desde Rusia

Otro frente diplomático abierto, de cariz bien diferente, es el que protagoniza el ultranacionalista Orbán, que a diferencia de otros países de la región, como Rumanía y Bulgaria, no ha expresado en las últimas semanas claramente su apoyo a Ucrania. Orbán hace frente a problemas internos en su país. Este año hay elecciones y una coalición formada por los principales partidos de la oposición, que pidieron al primer ministro cancelar su entrevista con Putin, amenaza con desbancarlo del poder, según los sondeos. Recientemente, el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, aseguró que su país no apoyará a Kiev mientras siga discriminando a la minoría magiar en Ucrania, que se estima en 150.000 personas.

Según la prensa, Orbán quiere reforzar la cooperación económica con Rusia antes de las cruciales elecciones de abril. Putin ha arropado este martes a Orbán de cara a los comicios húngaros al asegurar que "ha hecho mucho en favor de los intereses de Hungría y de la Federación de Rusia". La víspera, el Kremlin alabó la independencia del dirigente húngaro a la hora de elegir socios.

Nueva reunión

Al baile diplomático se unió ayer lunes el presidente francés, Emmanuel Macron, que habló por teléfono, por segunda vez en los últimos cuatro días, con Putin. Ambos mandatarios acordaron seguir manteniendo el contacto por teléfono y buscar la posibilidad de celebrar una reunión cara a cara. Tras la conversación, el Elíseo destacó el "avance positivo en el formato de Normandía", del que forman parte Francia, Alemania, Rusia y Ucrania. El grupo se reunió sin resultados el pasado viernes, por primera vez desde hace más de seis meses, y ha convocado una nueva reunión para la próxima semana en Berlín. La crisis de Ucrania ha llegado también en un momento delicado para Macron, con elecciones presidenciales inciertas previstas para el mes de abril.