Elecciones Portugal 2022

António Costa, un socialista de largo recorrido

El actual primer ministro nació en Lisboa, en una familia que militaba activamente contra la dictadura de António de Oliveira Salazar: su padre era un escritor comunista con orígenes en la excolonia de Goa (India) y su madre una periodista y sindicalista.

António Costa.

António Costa. / EFE

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El socialista António Costa (Lisboa, 1961), de 60 años, se enfrentaba a unas elecciones de alto riesgo y las ha ganado con nota, mejorando su resultado de los pasados comicios, lo que le permitirá acceder a su tercer mandato.

El actual primer ministro nació en Lisboa, en una familia que militaba activamente contra la dictadura de António de Oliveira Salazar: su padre era un escritor comunista con orígenes en la excolonia de Goa (India) y su madre una periodista y sindicalista.

Costa se interesó por la política desde joven y se unió a las juventudes socialistas a los 14 años, cuando ya pegaba carteles. Años después decidió matricularse en la Facultad de Derecho, donde dirigía la asociación de estudiantes, y llegó a unirse al despacho de abogados del expresidente Jorge Sampaio. Entró en el Parlamento en 1991 y desempeñó empeñaron diferentes cargos internos en el Partido Socialista.

Antes de primer ministro, Costa ya fue ministro de Asuntos Parlamentarios, Administración Interna y de Justicia en los gabinetes liderados por António Guterres y José Sócrates; portavoz parlamentario y hasta vicepresidente del Parlamento Europeo. Pero la popularidad le llegó como alcalde de Lisboa. Recuperó el Ayuntamiento de la capital para los socialistas en 2007 y consiguió dos mayorías absolutas, hasta dejar la alcaldía en 2015 para competir por el Gobierno.

Político incombustible

El socialista, es un político incombustible que dio la vuelta a una derrota en 2015 y formó Gobierno con un inédito pacto de izquierda, suma este domingo otra conquista al vencer las elecciones pese al fracaso de su último gabinete a mitad de legislatura y de una desgastante pandemia. Costa se jugaba todo este domingo. Si en 2019, tras cuatro cómodos años con el apoyo de la "geringonça", era el evidente favorito en las encuestas, esta vez los sondeos no dejaban claro que el socialista pudiese volver a vencer en las urnas.

Su círculo más próximo no dudaba de su audacia en tiempos difíciles, pero tras seis años de Gobierno, dos en pandemia, empezaba a sonar la palabra "cansancio". Sin embargo Costa, ha sorteado su enésima crisis.

Casado -su mujer le ha acompañado durante toda la campaña- y con dos hijos, el líder socialista, reconocido como trabajador incansable, pragmático y temperamental tiene un nuevo desafío por delante: conducir a Portugal en el camino de la recuperación tras la pandemia.

Antes de que se quebrara la legislatura, Costa tenía otros planes. Los rumores le ubicaban en Bruselas en un par de años. Ahora, asegura que "no dará la espalda" a sus electores. Admirador del británico Winston Churchill y del ruso Mijaíl Gorbachov e hincha del Benfica, al líder socialista solo le falta un cargo en su currículum: la Presidencia portuguesa. ¿Se ve como presidente? Le preguntaron en una reciente entrevista. "No, tengo la certeza de que es un cargo que nunca ejerceré".