El revocatorio de Maduro se convierte en Venezuela otra vez en un laberinto

El Consejo Nacional Electoral habilitó leste miércoles a recolección de firmas pero solo por 12 horas

La oposición asegura que es imposible recolectar 4,2 millones de avales en esa fracción de tiempo

El presidente venezolano, Nicolás Maduro.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro. / Europa Press

Abel Gilbert

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Las puertas de un referendo revocatorio de Nicolás Maduro se han abierto de manera aparente en Venezuela, y es por eso que la oposición cree estar frente a una nueva picaresca estatal: se necesitan recolectar este miércoles 4,2 millones de firmas en apenas 12 horas. Se han habilitado 1.200 puntos en centros electorales y el espacio público. Solo un milagro político habilitaría esa herramienta en un lapso de tiempo tan acotado y en condiciones de adversidad de todo tipo.

El pasado 17 de enero, el Consejo Nacional Electoral (CNE) emitió la luz verde para transitar la ruta del revocatorio solicitado por el Movimiento Venezolano por el Revocatorio (Mover) y otros dos colectivos que se formaron con un propósito similar. Parte de los solicitantes son chavistas descontentos. "El revocatorio contra Maduro es una papa caliente", señaló de inmediato la revista Tal Cual, al aludir a las enormes dificultades para alcanzar la meta que establece la ley. Marvis Misler, integrante del Mover, le dijo al portal Contrapunto que, a pesar de haber reclamado el derecho a juntar firmas, no participarán de este proceso exprés porque se trata de un algo imposible. "No podemos hacerlo en 12 horas, con 1.200 centros". Según Misler, como mínimo se necesitarían tres días, los mismos que contó el Partido Socialista Unificado (PSU, en el poder) para realizar sus primarias.

De esta manera, el revocatorio se parece más a un laberinto que un modo de solucionar el largo conflicto político de un país económicamente arruinado, donde el PIB ha caído desde 2013 un 75%,  y con una diáspora de casi seis millones de ciudadanos.  "Llamamos a no convalidad el cronograma inconstitucionalidad convocado por el CNE para la recolección de voluntades para activar el revocatorio. Exigimos cronograma consultado y ajustado al reglamento", dijo el politólogo Nicmer Evans, años atrás chavista y desde el comienzo del primer Gobierno de Nicolás Maduro un furibundo opositor.

Hace 18 años tuvo lugar el primer y único revocatorio contemplado como instrumento en la Constitución. Hugo Chávez ganó sin embargo en las urnas el derecho a permanecer en el poder, no sin escarmentar, con distintos niveles de sutileza, a los empleados públicos que habían avalado con su firma la activación de ese mecanismo. En 2016, la oposición, por entonces unida, intentó reeditar esa experiencia y revocar a Maduro. Una serie de artimañas del CNE y el Tribunal Supremo, controlados por el Gobierno, invalidaron las firmas e impidieron avanzar en dirección a esa consulta popular.

La raíz del problema

En virtud de un acotado entendimiento con parte de la oposición, el Gobierno aceptó la presencia en el CNE de dos funcionarios independientes. Uno de ellos, el rector Roberto Picón, criticó las reglas de juego de este revocatorio. “Se tendrían que procesar cinco electores por minuto, por 12 horas, en todas las máquinas del país, sin margen de error, sin tiempo para notificar a la ciudadanía los puntos de recolección. El proceso se llevará a cabo sin auditoría del software que garantice integridad e inviolabilidad del proceso, sin tiempo para nombrar testigos en los 1.200 puntos, sin medias de bioseguridad. De haber convocatoria, habría colas de 300 personas en pleno pico de ómicron”.

El pasado 9 de enero, la oposición tuvo una victoria electoral de fuerte carga simbólica en Barinas, el estado natal de Chávez. Por el momento, no encuentra la manera más eficaz de capitalizar ese impulso. De acuerdo con el historiador y analista político Pedro Benítez, la única manera viable de reactivar la instancia del revocatorio es mediante un entendimiento entre Maduro y sus contendientes. "El único que tiene la posibilidad, que la veo remota, de llegar a ese acuerdo se llama Juan Guaidó. ¿Por qué Guaidó? Porque es el que tiene el apoyo de los Estados Unidos y tiene las llaves de las sanciones, que es lo que a Maduro, supuestamente, le interesaría flexibilizar”, le dijo a Tal Cual. A pesar de su falta de liderazgo interno, Guaidó se sigue presentando como "presidente encargado" con el respaldo de la Casa Blanca. "La dictadura comete nuevamente fraude al robarse el evento plebiscitario. Maduro evidencia su miedo al pueblo", dijo sobre la jornada de este miércoles.

Recomendaciones de la ON

En este contexto, Venezuela recibió una serie de recomendaciones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas: la ratificación de protocolos contra la tortura y desapariciones forzadas, lucha contra la trata de migrantes, la reforma el sistema de justicia y garantías de su independencia; además del cese de la persecución política.