Tensión en el este de Europa

Francia y Alemania se ponen al frente del diálogo para destensar la situación en Ucrania

Representantes diplomáticos rusos, ucranianos, alemanes y franceses se reúnen en París para encontrar una salida a la crisis

París y Berlín priorizan el diálogo con Moscú ante las advertencias "alarmistas" de Estados Unidos

El presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo Alemán, Olaf Scholz.

El presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo Alemán, Olaf Scholz. / EFE

París

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Francia y Alemania han vuelto a la mesa de negociaciones para lograr una desescalada en Ucrania. Representantes diplomáticos rusos, ucranianos, franceses y alemanes se reunieron este miércoles en París. Es el primer encuentro en el formato de Normandía desde hace más de seis meses, y se produce en medio de la espiral de tensión entre la OTAN y Rusia. También representa una recuperación de la iniciativa por parte de los países europeos, tras quedar apartados de las discusiones bilaterales en Ginebra entre estadounidenses y rusos, que no hicieron más que calentar la situación.

En medio del cruce de declaraciones entre Washington y Moscú sobre la amenaza de sanciones contra Vladímir Putin, el eje franco-alemán intenta abrir una nueva vía diplomática para enfriar la explosiva carpeta ucraniana. La reunión en París ha tenido lugar dos días antes de una entrevista telefónica entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo ruso. Han participado en ella una quincena de diplomáticos de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania. Su objetivo principal: allanar el terreno para la celebración en Berlín en las próximas semanas de una cumbre entre los mandatarios de los cuatro países.

"Un indicador claro de las intenciones de los rusos"

indicador claro de las intenciones
al mismo tiempo diálogo y disuasión

Tras el resultado estéril de las negociaciones en Ginebra, tampoco se deben esperar milagros de esta iniciativa franco-alemana. Refleja, sin embargo, las discrepancias de Francia y Alemania respecto a la errática gestión de la administración de Joe Biden de esta crisis internacional.

Por un lado, el gobierno alemán se ha mostrado muy reticente al envío de material militar a Kiev —incluso el jefe del Estado Mayor de la marina teutona tuvo que dimitir el pasado fin de semana por haber considerado una “estupidez” la hipótesis de una invasión de Ucrania— y teme especialmente las sanciones económicas, con una posible suspensión del proyecto del gasoducto Nord Stream 2. Por el otro, el francés considera “alarmistas” los pronósticos sobre una intervención rusa en las próximas semanas.

Respuesta inminente de la OTAN a Rusia

La OTAN transmitirá antes del final de esta semana su respuesta a las exigencias rusas sobre la seguridad en Europa. “Numerosas solicitudes rusas son inaceptables o poco realistas, pero la respuesta identifica algunas cuestiones en que es posible trabajar sobre sus preocupaciones”, indicó un dirigente europeo de la Alianza Atlántica en declaraciones a la AFP. El bloque occidental dice estar preparado para discutir sobre un desarme convencional, un control de los armamentos y una mayor transparencia en los ejercicios militares.

En cambio, Rusia exige garantías de que Ucrania y Georgia no integrarán en el futuro la OTAN. De esta forma, se aseguraría la neutralidad de aquellos países vecinos que considera que forman parte de su cordón de seguridad. Un marco que Mijaíl Gorbachov creía garantizado por las promesas de George Bush padre en la víspera de la disolución de la URSS. Pero se vio vulnerado con el constante avance hacia el este de la Alianza Atlántica a partir de finales de la década de 1990. Según Moscú, esta tenacidad de los occidentales por ponerle el dedo en el ojo al oso ruso justifica la actual agresividad de la Rusia putiniana.

Tras haber concentrado más de 100.000 soldados cerca de sus fronteras con Ucrania, el ejército ruso volvió a desplegar este miércoles tropas y cazas en Bielorrusia. Un aumento de la presión militar que amenaza con abocar el Viejo Continente a una de las peores crisis bélicas desde la Guerra Fría.