Roberta Metsola

Una presidenta europeísta y antiabortista

La nueva líder del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, del ala más progresista de los conservadores, se ha ganado al resto de sus colegas por su talante negociador

Su posición sobre el aborto ha generado polémica pero ha prometido representar la "visión" de la Eurocámara, incluida en esta divisiva cuestión

Roberta Metsola

Roberta Metsola / EFE / JULIEN WARNAND

Silvia Martinez

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Abogada y graduada del Colegio de Europa de Brujas, la cantera de diplomáticos y altos funcionarios europeos, Roberta Metsola (Malta, 43 años) se convirtió por primera vez en diputada del Parlamento Europeo en 2013 tras dos intentos fallidos. Antes de entrar de lleno en la política europea, en representación de uno de los países más pequeños de la UE -que cuenta con solo seis eurodiputados-, trabajó como asesora legal en la delegación maltesa ante la UE desde 2004 hasta 2012 y fue asesora de la exjefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton. Dos puestos que le permitieron empezar a navegar en una burbuja europea donde a partir de esta martes, coincidiendo con su cumpleaños, ocupará uno de los puestos más prestigiosos.

Aunque su perfil político dista mucho del de su antecesor en el cargo, el socialista italiano David Sassoli, la maltesa, que representa al ala más progresista de los conservadores europeos y es una europeista convencida, ha dejado una impresión positiva en buena parte del hemiciclo, particularmente en la comisión de de libertades civiles en la que ha trabajado en los últimos años, gracias a su talante negociador en cuestiones de política migratoria y su apoyo explícito al colectivo LGBTi.

Quienes la conocen destacan de ella, que concurrió a las elecciones europeas tanto en 2004 como en 2009 aunque sin éxito, su facilidad para el diálogo y para escuchar. Su paso por el bureau, el órgano que ayuda a preparar las sesiones plenarias, le ha permitido además ganar peso e influencia en una institución en la que los contactos y el diálogo lo son todo.

Alud de críticas

En 2019 sustituyó a la conservadora irlandesa Mairead McGuinness como vicepresidenta primera de la cámara, cuando la primera fue nombrada comisaria europea de servicios financieros y mercados de capitales. Su designación también había suscitado muchas críticas debido a su visión sobre los derechos reproductivos de las mujeres y su reiterada oposición al aborto, que sigue siendo ilegal en su Malta natal. Metsola, casada con un finlandés y madre de cuatro hijos, ha votado sistemáticamente en contra de todas las resoluciones votadas en los últimos años en defensa del aborto, en línea con la posición de todos los eurodiputados malteses. 

"El contexto en el que se celebró esa votación fue un contexto maltés pero ahora soy presidenta del Parlamento Europeo y los informes y las resoluciones que adopta es lo que voy a defender", se ha explicado ante la prensa tras ser elegida. Metsola ha garantizando que a partir de ahora no votará en este asunto y ha cerrado filas en su apoyo a la salud reproductiva y sexual de las mujeres. "Son derechos que se tienen que proteger mejor. El mes pasado subrayamos la necesidad de tener acceso en este ámbito, combatir la violencia sexual y es la posición que voy a defender como he hecho ya como vicepresidenta", ha asegurado.

El mensaje de la representante del Partido Nacionalista maltés ha convencido a una mayoría de eurodiputados que han apoyado su discurso de renovación y modernización. “Nuestra institución es única en el mundo, debemos reforzarla, no podemos tener miedo de hacer reformas. La próxima parte de la legislatura será una ventana de oportunidad para que el Parlamento Europeo sea más moderno”, ha dicho antes de la votación.

Metsola también ha hecho referencia al diálogo y a la política del pacto en la institución. "El Parlamento Europeo es el mejor ejemplo de Europa. Estamos en Estrasburgo como símbolo de la democracia, la reconciliación, la paz, del poder de Europa. No siempre es un equilibrio fácil pero la fuerza de los argumentos es lo que importa no la geografía”, ha reivindicado prometiendo un Parlamento Europeo más accesible, más moderno y abierto a los ciudadanos con una presidenta que promoverá la escucha y el consenso.