Polémica medioambiental

Alarma en Argentina por el proyecto de China de construir tres megagranjas en su territorio

Las explotaciones de ganadería porcina se emplazarán en la norteña provincia del Chaco, una de las más pobres del país

Argentine farmer Julio Turrado herds his surviving pigs through floodwaters to higher ground after around 150 of them drowned in one of the worst floods in the history of Buenos Aires province, in the village of Patricios 250 kilometers west of Buenos Aires, October 19, 2001. An estimated 3.5 million hectares of prime farmland were declared a national disaster zone as floods brought by heavy rainfall are expected to cause more than $300 million in losses. REUTERS/Rickey Rogers

Argentine farmer Julio Turrado herds his surviving pigs through floodwaters to higher ground after around 150 of them drowned in one of the worst floods in the history of Buenos Aires province, in the village of Patricios 250 kilometers west of Buenos Aires, October 19, 2001. An estimated 3.5 million hectares of prime farmland were declared a national disaster zone as floods brought by heavy rainfall are expected to cause more than $300 million in losses. REUTERS/Rickey Rogers / RICIKEY ROGERS / REUTERS

Abel Gilbert

Abel Gilbert

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La necesidad que tiene China de satisfacer el consumo de 30 kilos anuales per cápita de carne de cerdo puede convertir a Argentina en uno de los 'chiqueros' globales a partir de la anunciada instalación de tres macrogranjas en una de sus provincias más pobres. El 96,5% de las granjas argentinas dedicadas a la producción porcina corresponde a pequeños productores, que tienen menos de 50 cerdas reproductoras. Solo el 1% de los criadores llega a contar con 7.000 animales. Pero ahora se habla de más de 30.000 cabezas en cada explotación.

El 6 de julio de 2020, en plena pandemia, el entonces ministro de Exteriores, Felipe Solá, anunció una "asociación estratégica" con Pekín para producir nueve millones de toneladas de carne porcina. "Geopolítica de la enfermedad", dijo el médico Damián Verzeñassi, director del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Las expectativas del Gobierno peronista, tan necesitado de dólares, comenzaron a menguar a medida que se encendían las alarmas de distintos sectores sociales. El acuerdo general ha quedado por ahora en el limbo. No obstante, la norteña provincia del Chaco, diezmada por el agronegocio y el desmonte de su bosque -conocido como El Impenetrable-, la concentración de tierras y, como contrapartida la pobreza, de hasta un 56%, se ha sumado a la carrera de las macrogranjas. Su gobernador, Jorge Capitanich, ha anunciado que avanza sin tropiezos aparentes la instalación de tres megainstalaciones. "Esto genera la apertura de mercados, más empleo y más valor agregado de base exportadora", ha dicho el gobernador.

El principal inversor es Zhengbang Group, el cuarto productor de cerdos de China, que hace dos años fue multado en ese país por contaminación. Las explotaciones ganaderas se emplazarán al noreste, centro y sudoeste de la provincia, cada una a una distancia de 100 kilómetros.

Los riesgos en ciernes

El gas metano que expulsan las vacas representa en este país ganadero el 39% de sus emisiones contaminantes. El cerdo irrumpe como otro factor de riesgo. A la luz de la experiencia española, los especialistas ya vislumbran un mayor avance de la deforestación y el uso de los cultivos transgénicos para abastecer a los animales. El otro horizonte problemático es el de la contaminación por el uso a gran escala de antibióticos para engorde de los cerdos y la posibilidad de un incremento de las enfermedades que se transmiten de animales a los humanos.  

El Impenetrable chaqueño es la ecorregión más importante de América Latina, después del Amazonas. Según Greenpeace, ha perdido casi el 50% de sus bosques en un siglo. Las comunidades originarias Qom que viven en el sur de esta fronda se han movilizado en contra de las macrogranjas. A su vez denunciaron la violación del artículo 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el que se establece que las compañías deben realizar una consulta previa informada a las comunidades originarias antes de instalar cualquier fábrica en sus territorios. Le siguieron otros sectores en sus exigencias. "No solo es que no hay transparencia, sino que no respondieron a los pedidos de información que hicimos. Tuvimos que recurrir a la justicia y demandar a la gobernación por este motivo", señaló al respecto Nora Giménez, abogada del colectivo Somos Monte. Un tribunal les dio la razón. El estado provincial debe pagar 45 euros por cada día que posterguen la información reclamada. Hasta el momento, Somos Monte no ha recibido ninguna respuesta, lo que ha hecho crecer la suspicacia prexistente alrededor de las macrogranjas.

El proyecto avanza en medio de la peor emergencia hídrica registrada en Argentina desde 1944, a causa de la bajante del Río Paraná por la sequía prolongada. La producción intensiva de carne porcina requerirá a diario entre dos y tres millones de litros de agua. La situación podría complicar el abastecimiento de más de un millón de chaqueño s que no tienen acceso al servicio de agua potable.

Suscríbete para seguir leyendo