Asia Central

Exjefe de inteligencia de Kazajistán es detenido acusado de alta traición

Karim Masimov fue primer ministro y su arresto indicaría que se está librando un lucha en el seno del poder

Las protestas en el país centroasiático dejan al menos 40 muertos y más de 4.400 detenidos

Protestas en Kazajistán

Protestas en Kazajistán / KAMSHAT ABDIRAJYM / SPUTNIK / CONTACTOPHOTO

Europa Press
France Presse
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El exjefe de la agencia de inteligencia de Kazajistán fue detenido por cargos de alta traición durante los disturbios que azotan el país. La noticia de la detención de Karim Masimov, que fue primer ministro y que durante mucho tiempo fue un aliado muy cercano al expresidente y fundador del país Nursultán Nazarbáyev, sucede cuando crecen las especulaciones sobre una lucha en el seno del poder. El exgobernante de 81 años no ha efectuado ninguna aparición pública desde el inicio de la ola de protestas. Durante las movilizaciones parte de la indignación de los manifestantes está dirigida contra este exmandatario, que todavía mantiene mucha influencia.

El Comité de Seguridad Nacional (KNB) ha anunciado en un comunicado que su exjefe fue detenido el jueves tras iniciarse una investigación por delitos de alta traición. Masimov fue despedido de su cargo como máximo dirigente del KNB esta semana después de que los manifestantes penetraran en varios edificios del gobierno en Almaty, la capital económica del país.

Las protestas estallaron en el mayor país de Asia central el pasado domingo en varias provincias, tras una subida del precio del gas, y se extendieron a otras ciudades, con un estallido de fuertes disturbios en Almaty. El Ministerio del Interior de Kazajistán ha cifrado en al menos 40 las personas murtas y en más de 4.400 las detenidas desde el comienzo de la crisis. El Gobierno ha achacado los disturbios a la intervención de "terroristas" bajo influencia extranjera. Entre los fallecidos se encontrarían miembros de las fuerzas de seguridad, según apunta la agencia DPA, así como un niño de 11 años tras sucumbir a la herida de bala en la cabeza que recibió el miércoles, de origen no confirmado.

Ante el creciente caos, el actual presidente del país, Kassym Jomart Tokayev, pidió un despliegue de efectivos de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva, liderada por Rusia, para ayudar a las fuerzas de seguridad locales. El Kremlin ha informado que el presidente ruso, Vladimir Putin, llamó a su homólogo kazajo y que ambos mantuvieron una "larga" conversación telefónica.

Tokayev afirma que el despliegue de soldados rusos es temporal, pero el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, advirtió el viernes que el país puede tener dificultades para conseguir la retirada. "Una lección de la historia reciente es que una vez que los rusos están en tu casa, a veces es muy difícil lograr que se vayan", expresó el jefe de la diplomacia de Estados Unidos.

Situación bajo control

La cancillería calificó los comentarios de Blinken de un intento "tosco" de "bromear sobre los trágicos incidentes de Kazajistán" y refiriéndose a las intervenciones en tierras de los indígenas americanos, en Corea, Vietnam y otros países, la diplomacia rusa dijo: "Cuando los estadounidenses están en tu casa, puede ser difícil mantenerse con vida, que no te roben o que no te violen".

Las tensiones entre Rusia y los países occidentales están un nivel no visto desde la Guerra Fría debido a los temores de que Rusia esté preparando una invasión a Ucrania, una acusación que el Kremlin niega.

Las autoridades de Kazajistán aseguraron el viernes que la situación estaba bajo control, pero el presidente Tokayev anunció el mismo día que autorizaba a la policía a disparar sin previo aviso y descartó negociar con los manifestantes. En esta línea, prometió "eliminar" a los "bandidos" que han provocado los disturbios, y afirmó que eran "20.000" y tenían "un plan claro".