Violencia racista en EEUU

Condenados a cadena perpetua tres hombres blancos por matar a un joven negro desarmado en Georgia

Los asesinos de Ahmaud Arbery lo acorralaron mientras hacia ejercicio por las calles de su barrio y lo mataron a sangre fría

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arbery / Kerem Yucel / AFP

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La justicia de Estados Unidos es imprevisible, particularmente cuando se juzgan los asesinatos de hombres negros a manos de la policía o de algún justiciero blanco. Es lo que le sucedió a Ahmaud Arbery en febrero del 2020, un joven afroamericano de 25 años. Había salido a correr por las calles de un suburbio de Brunswick, una localidad costera de Georgia, cuando tres hombres blancos comenzaron a perseguirle con dos furgonetas. No tardaron en “acorralarlo como una rata”, según la descripción del juez que ha dirimido el caso, y matarlo a balazos a pesar de que iba desarmado. Esta vez, sin embargo, no hubo clemencia para los asesinos. Un juzgado popular los ha condenado a cadena perpetua sin derecho a la condicional para dos de ellos.

“Un residente del condado de Glynn, graduado del Instituto Brunswick, un hijo, un hermano, un hombre joven con sueños fue abatido a balazos en esta comunidad”, dijo el juez Timothy Walmsey antes de pronunciar las sentencias. “Salió de su casa para hacer ejercicio y acabó corriendo para tratar de salvar su vida”. No lo consiguió. Dos furgonetas le persiguieron durante cinco minutos hasta que lograron cerrarle el paso. A bordo viajaban Travis McMichael, de 35 años, y su padre Gregory McMichael, de 66, ambos condenados a pasar el resto de sus vidas en prisión porque no hay límites para la cadena perpetua en Georgia. Su vecino William Bryan, de 52 años, podrá solicitar la libertad condicional tras cumplir 30 años entre rejas.

Sus abogados esgrimieron durante el juicio que los tres actuaron en defensa propia al tratar de llevar a cabo un “arresto ciudadano” después de pensar que Arbery era sospechoso de robo. Es lo que se conoce como ‘vigilantismo’, amparado por la ley en algunos estados. “Ninguno de ellos tiene remordimientos y no merecen clemencia”, declaró la madre del joven asesinado, Wanda Cooper-Jones. “No confundieron su identidad ni confundieron los hechos. Decidieron ir a por mi hijo porque no lo querían en su barrio. Optaron por tratarlo de forma diferente a otra gente que visita con frecuencia su comunidad y, como no fueron capaces de asustarle o intimidarle, decidieron matarlo”.

Protestas contra la violencia racista

El caso de Arbery reavivó las protestas contra la violencia racista contra los negros, una constante que se resiste a desaparecer. Nuevamente la grabación en vídeo de lo sucedido, registrada por Bryan y más tarde filtrada a los abogados de la acusación, fue fundamental para desmontar los pretextos de los asesinos.

Todo ellos tendrán que enfrentarse a un segundo juicio, esta vez federal, en el que se les acusa de un crimen de odio. Al margen de lo que pueda suceder en ese segundo proceso, los defensores de los derechos civiles han expresado su satisfacción por las condenas. “Esta sentencia demuestra que incluso en el sur profundo, con un jurado compuesto por 11 personas blancas y una negra, es posible condenar a hombres blancos a cadena perpetua por matar a un hombre negro, algo impensable no hace mucho tiempo”, dijo el reverendo Al Sharpton.