Giro a la izquierda en el país sudamericano

La Asamblea Constituyente chilena tiene una nueva presidenta

La líder ecologista María Elisa Quinteros, de 40 años, reemplaza en ese cargo a la dirigente mapuche Elisa Loncón

La Convención profundiza su impronta de izquierdas ante el temor de las fuerzas de derecha, sin capacidad de veto

La nueva presidenta de la Convención Constitucional de Chile, María Elisa Quinteros.

La nueva presidenta de la Convención Constitucional de Chile, María Elisa Quinteros. / EFE/ Elvis González

Abel Gilbert

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"Tengo el afán de contribuir a una sociedad que sea más pluralista, donde podamos respetar nuestras diferencias". Después de maratónicas e inciertas deliberaciones, la Asamblea Constituyente de Chile tiene una nueva presidenta. La líder ecologista María Elisa Quinteros, de 40 años, ha sido elegida como la sustituta de Elisa Loncón, la lingüista y representante de la comunidad originaria mapuche que encabezó el primer tramo de una Convención que busca cambiar de raíz las bases institucionales de ese país. Según marca el reglamento interno de la Asamblea, Loncón debía dejar el cargo a los seis meses de su elección.

La Constituyente tiene desde sus inicios rasgos de fuerte singularidad por su componente paritario y la representación de los pueblos originarios. En pocos meses debe presentar a la sociedad el texto fundamental que deberá aprobarse a través de una nueva consulta popular, durante el segundo semestre de este año. La izquierda, ya sea a través de sus partidos tradicionales o sus nuevas vertientes, entre ellas la que ha llevado a Gabriel Boric a la presidencia chilena, es predominante en la Asamblea. Quinteros, quien es doctora en Salud Pública, llegó a la Convención en nombre de los movimientos sociales que crecieron con el estallido de noviembre de 2019. Se ha convertido en su principal autoridad, para sorpresa de muchos analistas que esperaban una figura más moderada. Ella será secundada por Gaspar Domínguez, un médico de la Universidad de Chile, de 32 años.

Expectativas y temores

Los artículos de la Carta Magna deben ser aprobados con los dos tercios de los integrantes de la Constituyente. Otra de las peculiaridades de esta Asamblea es que la derecha tiene un papel secundario al punto que carece de fuerza de veto. La posibilidad de una mayor pérdida de protagonismo del espacio conservador genera inquietud en la élite económica, temerosa de que el texto final tenga una impronta radical e inviable. También dudan de la voluntad de consenso de las nuevas autoridades.

"Estos son tiempos de cambio, son tiempos de diálogo, son tiempos de encuentro. Les invito a ser parte de esto, parte de la deliberación, parte de los acuerdos, a co-construir en conjunto los dos tercios que necesitamos para dar a los pueblos de Chile lo que tanto nos han solicitado", pareció responder Quinteros en su primer mensaje. "No estamos acostumbrados en el país a escuchar discusiones políticas, a dialogar, lograr consensos. Para algunas personas resulta extraño, pero es parte de la convivencia pluralista que necesitamos en el país".

El rol de Boric

Quintero fue contactada por el mandatario electo. "Él ratifica la autonomía de la Convención Constitucional y el apoyo en todo lo que el acuerdo por la paz establece, que tiene que ver con recursos, con logística. Creemos que podemos tener un escenario donde las cosas sean más fáciles porque ya vimos que la presidenta y el vicepresidente saliente nos comentaron las dificultades que tuvieron durante el proceso", sostuvo, en relación con el actual mandatario, Sebastián Piñera.

Una reciente encuesta de la consultora Cadem da cuenta de que un 58% de los chilenos confía en el órgano encargado de redactar el texto que reemplazará a la Constitución forjada durante la última dictadura militar. Con un porcentaje apenas menor Boric ganó la presidencia en la segunda vuelta del 19 de diciembre. El mandatario electo necesita que la Constituyente llegue a buen puerto. Un eventual rechazo en la consulta popular impactaría negativamente en su Gobierno.

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