42 días después de ser restituido

La crisis política se enquista en Sudán tras la dimisión de su primer ministro

Abdalá Hamdok había regresado al poder tras alcanzar un acuerdo con los militares que le expulsaron en el golpe de Estado del pasado 25 de octubre

Las manifestaciones contra la asonada siguen en las calles del país y ascienden a 57 los fallecidos en las protestas

El primer ministro dimitido de Sudán, Abdalá Hamdok, en una imagen de archivo.

El primer ministro dimitido de Sudán, Abdalá Hamdok, en una imagen de archivo. / EBRAHIM HAMID

El Periódico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La transición hacia la democracia sigue encallada en Sudán, más de dos años después de que los militares derrocaran al dictador Omar al Bashir atendiendo a las demandas de la revuelta popular iniciada a finales de 2018. El primer ministro del país africano, Abdalá Hamdok, presentó el domingo su dimisión en un discurso televisado a la nación, seis semanas después de haber sido restituido en el cargo por los mismos militares que le apartaron del poder en el golpe de Estado del pasado 25 de octubre. "He decidido traspasar la responsabilidad anunciando mi renuncia como primer ministro", dijo Hamdok tras precisar, no obstante, que su sucesor debería completar "el periodo de transición hacia un Estado civil y democrático". El mismo escenario que han abortado hasta ahora los generales al mando del país. 

Economista forjado en las agencias de Naciones Unidas y varias organizaciones africanas, Hamdok fue el hombre designado en 2019 para pilotar el gobierno civil que debía compartir el poder con los militares hasta la celebración de unas elecciones libres y multipartidistas en 2023. Pero su posición no tardó en debilitarse a medida que quedaba patente el rechazo castrense a renunciar a sus privilegios. El pulso entre ambos bandos culminó con la asonada de finales de octubre, cuando los militares dirigidos por el general Abdelfatah al Burhan disolvieron el Gobierno y detuvieron a varios de sus miembros, entre ellos, Hamdok, recluido en arresto domiciliario

Su caída en desgracia, sin embargo, no duró mucho. El pasado 21 de noviembre el primer ministro depuesto compareció junto a Al Burhan para anunciar un acuerdo político que buscaba "prevenir nuevos derramamientos de sangre" con la formación de un gobierno de tecnócratas presidido nuevamente por Hamdok. Aquella fórmula excluyó a los partidos y fuerzas prodemocráticas que forzaron la caída de Al Bashir y respaldaron a Hamdok como primer ministro en 2019, un desenlace descrito como "una traición" por esas mismas fuerzas. Una docena de ministros del nuevo gabinete de tecnócratas dimitió días después de haber jurado el cargo en protesta contra el acuerdo con los militares.

Rechazo al acuerdo de noviembre

"He hecho todo lo posible para evitar que el desastre se precipitara sobre nuestro país", dijo Hamdok al presentar su renuncia. "Nuestra nación se aproxima ahora a un peligroso punto de inflexión que podría amenazar su propia supervivencia". Su dimisión se produjo horas después de que las fuerzas de seguridad mataran a otros tres manifestantes en las protestas que reclaman la exclusión de los militares en el proceso de transición, así como justicia para las víctimas de la represión de los últimos meses. Según el recuento del opositor Comité Médico, 57 sudaneses han muerto en las manifestaciones de los últimos meses. 

"La renuncia de Hamdok esta noche impedirá a los generales blanquear el golpe en Sudan y presentarlo como cualquier otra cosa que no sea una vuelta a la política militar-islamista de Bashir", escribió en las redes Kholood Khair, socia del laboratorio de ideas con sede en Jartum Insight Strategy Partners. "Aunque el futuro de Sudán es incierto, esto ayuda a clarificar la verdadera naturaleza del golpe". Son muchos los analistas que consideran que el exprimer ministro se había convertido en una suerte de 'hoja de parra' para los militares, con la que ocultar sus verdaderas intenciones respecto a una transición democrática que no acaba de materializarse. 

Pero sin el apoyo de la calle, ese rol aparentemente cosmético habría dejado de tener sentido. "El acuerdo del 21 de noviembre no tuvo respaldo popular, como quedó demostrado en la continuación de las protestas contra el pacto y la incapacidad de Hamdok para nombrar a ningún ministro", le dijo a Al Jazeera el analista Mohammed Osman. "A ojos de los manifestantes, todo lo que hizo fue legitimar el golpe".

Mientras tanto, los manifestantes siguen dispuestos a mantener el pulso. La Asociación de los Profesionales sudaneses, punta de lanza de la revolución contra Al Bashir en 2019 y contra el golpe del pasado 25 de octubre, ha vuelto a convocar protestas para este martes.