Crisis migratoria

La ONU denuncia que Polonia y Bielorrusia le prohíben acceder a las fronteras

El Alto Comisionado ha denunciado que ambos países han impedido que prosiga la investigación

bielorrusia

bielorrusia / EFE

El Periódico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La situación en la frontera entre Bielorrusia y Polonia sigue complicándose. Los migrantes continúan tratando de entrar a la Unión Europea empujados por las fuerzas de seguridad enviadas por el Gobierno de Minsk y la ONU ha denunciado este martes que ambos países le han negado el acceso a la frontera para impedir que siga investigando las implicaciones de la crisis migratoria.

La portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos Liz Throssell explicó que uno de sus equipos pudo ir a Polonia, pero "sin tener autorización para acceder a la zona fronteriza", mientras que Bielorrusia directamente bloqueó el acceso a todo su territorio. Allí, el equipo desplazado limitó su trabajo a reuniones con representantes del gobierno y la sociedad civil y a entrevistas con 31 migrantes llegados entre agosto y noviembre. "Le pedimos a las autoridades de los dos países que autoricen de forma inmediata el acceso a las zonas fronterizas a los representantes humanitarios y de los derechos humanos, a los periodistas, a los abogados y representantes de la sociedad civil", ha exigido en una comparecencia ante la prensa.

Condiciones desastrosas

Según la portavoz, "las personas interrogadas describieron condiciones desastrosas en ambos lados de la frontera, sin acceso o con un acceso limitado a comida, agua potable y abrigo", indicó Throssell. "La mayoría denunció que cuando estaban en Bielorrusia fueron golpeados o amenazados por las fuerzas de seguridad, y que éstas les forzaron a cruzar la frontera, mostrándoles por dónde podían hacerlo", afirmó Throssell.

El Alto Comisionado pidió a Bielorrusia que investigue estas acusaciones y que "ponga término de forma inmediata a estas prácticas", y llamó a Polonia a dejar de enviar a los migrantes a Bielorrusia sin estudiar cada caso de forma individual.

Estrategia de Minsk

Los países occidentales acusan a Bielorrusia de orquestar el flujo de miles de migrantes hacia las fronteras de la UE como represalia por las sanciones impuestas tras las cuestionadas elecciones de 2020 en las que se renovó el mandato de Alexandr Lukashenko. Minsk rechaza estas acusaciones y reprocha a Varsovia que haya iniciado devoluciones violentas de migrantes que habían logrado entrar en su territorio.

A este respecto, la portavoz pidió a las autoridades locales que revisen la legislación nacional, que permite estas devoluciones inmediatas pese a que no son amparadas por la ley internacional.

Otra práctica de las autoridades polacas criticada por el equipo que visitó el país fue la sistemática detención de los migrantes procedentes de la frontera con Bielorrusia, pese a que tal medida debería ser "únicamente un último recurso, y aplicable sólo durante un periodo limitado de tiempo".