Fujimori procesado por las esterilizaciones forzadas en Perú durante su régimen

Miles de campesinas peruanas fueron esterilizadas contra voluntad durante la década del noventa

Fujimori cumple una condena de 25 años por otros delitos de lesa humanidad perpetrados esos años

El expresidente peruano Alberto Fujimori

El expresidente peruano Alberto Fujimori / Contrainformación.es

Abel Gilbert

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"La justicia tarda, pero el 11 de diciembre del 2021, tocó las puertas de las miles de víctimas de las esterilizaciones forzadas del segundo gobierno de Alberto Fujimori, entre los años 1995 al 2000", señaló el diario limeño La República sobre la demorada imputación del autócrata en uno de los episodios más escandalosos y lacerante de Perú de las últimas décadas. "Aún falta mucho, pero comenzar el proceso ya es un gran avance", añadió la publicación sobre la decisión del juez Rafael Martínez Vargas de procesar a Fujimori y a sus exministros de salud Alejandro Aguinaga, Marino Costa Bauer y Eduardo Jong Motta, todos considerados como autores mediatos de los agravios cometidos contra tantas pobres y quechua parlantes. El caso tiene también su impacto político en el presente peruano. Aguinaga, quien se desempeña como médico de cabecera del autócrata, es en la actualidad congresista de Fuerza Popular, el partido que lidera Keiko Fujimori y que ha tratado de presentar una moción de censura contra el presidente Pedro Castillo.

Todo comenzó hace un cuarto de siglo cuando, con el amparo de sectores de la iglesia católica se presentaron las primeras denuncias por esterilizaciones masivas. Fujimori, de 83 años, purga 25 años de cárcel en un cuartel policial de la capital peruana por crímenes de lesa humanidad perpetrados a comienzos de los años noventa. Por varios años logró eludir responsabilidades por uno de los aspectos más sombríos de esa década porque involucra a miles de mujeres. Algunos especialistas estiman que unas 300.000 campesinas fueron esterilizada contra su voluntad y como parte de un plan que buscó atenuar las tasas de crecimiento de las poblaciones más pobres de ese país.

Amenazas y extorsiones

Las acciones macabras tuvieron estuvieron en muchas ocasiones revestidas de un simulacro de cuidado sanitario por parte del Estado. Las mujeres eran sometidas sin su aval cuando se presentaban en un centro de salud por otras consultas, por lo general menores. No faltaron los episodios extorsivos: amenazas de reducirles la ayuda social o la quita de sus hijos si no aceptaban la intervención quirúrgica.  Después las obligaban a suscribir un documento de conformidad. Muchas de las mujeres, habitantes del Perú profundo, desconectado de las realidades urbanas, tenían un limitado conocimiento del castellano.

El "Chino", como lo llamaban al autócrata de origen nipón, fue la figura dominante de Perú entre 1990 y setiembre de 2000, cuando se escapó a Japón. Siete años más tarde fue apresado en Chile y extraditado a Perú, donde se lo juzgó y condenó por dos masacres perpetradas bajo su primer Gobierno.

No fue sencillo el camino de la apertura de la causa de las esterilizaciones forzadas. De hecho, las primeras investigaciones se iniciaron dos años después de la caída del autócrata pero nunca pudieron prosperar. En 2018 comenzaron a crearse las condiciones que posibilitaron los procesamientos. 

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