Relevo en Alemania

Merkel entrega a Scholz las riendas de Alemania

El nuevo canciller socialdemócrata asume el poder con un gabinete más joven y ambicioso, y con grandes reformas en la agenda

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Andreu Jerez

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Tras largos meses de despedidas, la ‘era Merkel’ ya es historia: la ya excancillera ha entregado las riendas del Gobierno federal alemán al socialdemócrata Olaf Scholz. Acaban así 16 años de ejecutivos consecutivos liderados por los conservadores y con Merkel al frente. La transición escenificada este miércoles es el fin de una era para Alemania y también para Europa.

No sólo se va del poder la política más influyente del Viejo Continente durante la última década y media, sino que su despedida deja además paso a una forma de gobierno inédita en la cancillería: la llamada coalición semáforo, conformada por socialdemócratas, los ecologistas de Los Verdes y liberales del FDP, se hace cargo del país más poblado y la primera economía de la Unión Europea por primera vez en la historia de la República Federal. La fórmula genera grandes expectativas y también muchas incertidumbres.

Scholz ha sido elegido en el Bundestag con el apoyo de 395 diputados y diputadas de un total de 707 votos emitidos. En contra, han votado 303 representantes. Ha habido un total de seis abstenciones y tres votos nulos. Los partidos de la ya gobernante coalición semáforo cuenta con una mayoría parlamentaria de 416 escaños. Con seis diputados del SPD, verdes y liberales oficialmente ausentes por enfermedad, Scholz no ha contado, por tanto, con 15 votos que deberían haberle dado su apoyo en virtud al acuerdo de gobierno “social-eco-liberal” cerrado entre el SDP, verdes y FDP. La elección del nuevo canciller no estuvo, sin embargo, en peligro en ningún momento debido a la holgada mayoría parlamentaria con la que cuentan las tres formaciones.

Cuarto canciller del SPD

Tras Willy Brandt, Helmut Schmidt y Gerhard Schröder, Scholz se convierte en el cuarto canciller socialdemócrata de la historia de la República Federal. El SPD consigue volver al poder contra pronóstico: hace sólo seis meses, el partido se encontraba a diez puntos de distancia de los conservadores de la CDU-CSU, que ahora pasan a la oposición. Tras ser elegido por el Parlamento y recibir el cargo oficialmente del presidente federal, el exsocialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, Scholz ha participado en un acto de traspaso de poderes en la cancillería con la presencia de Merkel.

Olaf Scholz, en segundo plano, observa como Angela Merkel abandona el edificio de la cancillería y sube a un automóvil.

Olaf Scholz, en segundo plano, observa como Angela Merkel abandona el edificio de la cancillería y sube a un automóvil. / JOHN MACDOUGALL / AFP

“De corazón le deseo lo mejor en este cargo y la mejor de las suertes para nuestro país”, le ha dicho Merkel al nuevo canciller. “Es un gran desafío. Le estoy muy agradecido a las ciudadanas y ciudadanos de este país y al Parlamento alemán por haberme encomendando esta tarea. El hecho de que juntos hayamos podido reunir tantas experiencias durante tanto tiempo, me ayudará. Nuevamente muchas gracias por su trabajo", le ha respondido Scholz, hasta ayer mismo vicecanciller del último gabinete de Merkel.

Gabinete en marcha

Después de todo una jornada cargada de actos protocolarios, el primer gabinete de Scholz se ha puesto este mismo miércoles manos a la obra al celebrar la primera reunión entre el canciller y sus 16 ministros y ministras. El asunto que más apremia es la gestión de la pandemia, con una incidencia que continúa por encima de los 400 nuevos casos por cada 100.000 habitantes y una cuota de vacunación muy baja en algunos estados federados.

Uno de los principales retos personales de Scholz será mantener la estabilidad y la cohesión de un gobierno con partidos muy diferentes y con figuras políticas muy jóvenes y ambiciosas. Los verdes Robert Habeck y Annalena Baerbock – copresidentes del partido ecoliberal – dirigirán, respectivamente, los ministerios de Economía y Protección Climática, y de Exteriores. Habeck será, además, su vicencanciller. El presidente del FDP, Christian Lindner, estará al frente de Finanzas, probablemente la cartera con más peso puesto que supone la llave para financiar todas las reformas que el nuevo gobierno se ha propuesto.

Grandes retos

Las 177 páginas del acuerdo de gobierno negociado durante meses contienen grandes impulsos renovadores para un país que necesita reformas urgentes si Alemania quiere mantener su estatus de potencia económica y industrial durante las próximas décadas: digitalización de la administración pública y la economía – en un país con un déficit de inversión en fibra óptica que la coloca a la cola de los países europeos en infraestructura de Internet –, construcción de 400.000 viviendas anualmente – 100.000 de ellas con dinero público – para combatir la grave carestía de techo asequible en los grandes centros urbanos, la transición del modelo energético fósil al renovable con el objetivo de la neutralidad climática para la próxima década, y una política exterior que haga malabares entre la defensa de la democracia y los Derechos Humanos, y los intereses comerciales de un país altamente dependiente de sus exportaciones.