Crisis sanitaria global

Alemania aísla a los no vacunados y plantea la inmunización obligatoria

El Gobierno germano también decreta el cierre del ocio nocturno a partir de ciertos niveles de incidencia

Cola de personas para vacunarse en una consulta médica en Berlín.

Cola de personas para vacunarse en una consulta médica en Berlín. / ANNEGRET HILSE

Andreu Jerez

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Un "acto de solidaridad nacional". Así califican las autoridades alemanas las nuevas restricciones anunciadas para hacer frente al repunte de contagios que sufre el país desde hace semanas. El Gobierno federal en funciones de la cancillera saliente, Angela Merkel, su sucesor en el cargo, Olaf Scholz, y los gobiernos regionales de los 16 estados federados han presentado este jueves la batería de medidas tras días de negociaciones. Entre ellas, destacan el endurecimiento de las restricciones para personas no vacunadas, la ampliación de las condiciones para la celebración de actos públicos, así como una serie de prohibiciones acordadas con la vista puesta en las celebraciones navideñas. Asimismo, han acordado llevar al Parlamento una ley para imponer la vacunación obligatoria.

El acceso a los comercios quedará restringidos a personas vacunadas y recuperadas del coronavirus. Los comercios de productos de primera necesidad -comida, bebidas, droguerías y farmacias- quedan excluidos. La llamada regla 2G pretende reducir la cifra de ciudadanos no vacunados en espacio públicos cerrados. Las personas que puedan demostrar una contraindicación respecto a la vacuna y los menores de edad quedan excluidos de la norma.

La regla 2G también se aplicará a todos los espacios de ocio como cines, teatros, bares, salas de fiesta o cafeterías. Eventualmente, en regiones con altas cifras de incidencia, las personas vacunadas y recuperadas también tendrán que presentar un test negativo para acceder a espacios y eventos públicos. Ese modelo es conocido como 2G+. Los propietarios de locales y los promotores de los eventos serán los encargados de controlar que las personas están vacunadas o recuperadas de la enfermedad. Los clubes y las discotecas tendrán además que cerrar sus puertas a partir de una incidencia acumulada durante una semana de 350 puntos.

Críticas al modelo

A las puertas de la temporada de ventas navideñas, las críticas al modelo 2G no se han hecho esperar. Stefan Genth, presidente de la Asociación de Comercio Minorista HDE, considera que las medidas son incomprensibles y anticonstitucionales, y cree que supondrán una pérdida del 50% de facturación para el sector debido a las colas que se formarán frente a las tiendas por los controles en las puertas.

En cuanto las restricciones adicionales para actos públicos, las autoridades alemanas establecen una limitación del aforo: en espacios cerrados, la capacidad de ocupación estará limitada del 30 al 50%, de aforo dependiendo de cada caso, con un aforo máximo de 5.000 personas. En espacios al aire libre –como los partidos de fútbol de la Bundesliga o la Liga de Campeones, por ejemplo– el aforo también estará limitado a la mitad con un máximo de 15.000 asistentes. En ambos casos, todos los espectadores tendrán que usar mascarilla.

"Esfuerzo nacional"

"Se trata de un gran esfuerzo nacional, se trata de solidaridad", ha dicho Scholz escoltado por Merkel. La transición de poder entre el líder socialdemócrata y la política conservadora se está viendo marcado por altas cifras de contagios, lo que ha obligado a ambos a sumar fuerzas y proyectar unidad en la gestión de la pandemia.

La incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes en el plazo de una semana rozaba este jueves las 440 nuevas infecciones. La situación sigue siendo especialmente grave en el este y el sur del país, con algunas regiones que acumulan incidencias por encima de los 1.000 nuevos casos. La correlación entre cuota de vacunación y las cifras de nuevos contagios llevan a las autoridades a tomar medidas extremas.

Scholz y Merkel celebraron que el Bundestag vaya a debatir y votar la introducción de una vacunación obligatoria a partir del próximo febrero. Los líderes políticos de la CDU, el SDP, Los Verdes y los liberales del FDP se desdicen así de su promesa de no hacer obligatoria la vacuna contra el covid-19.