Carrera hacia el Elíseo

La derecha republicana francesa busca candidato

Cinco dirigentes poco carismáticos se enfrentan en unas primarias para elegir el aspirante a la presidencia en primavera

Los cinco candidatos de los Republicanos en la televisón francesa.

Los cinco candidatos de los Republicanos en la televisón francesa. / AFP / JULIEN DE ROSA

Enric Bonet

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Existir en medio de la pinza entre Emmanuel Macron y los ultraderechistas Marine Le Pen y Éric Zemmour. Es el desafío de Los Republicanos (LR, socios del PP en Francia) en la precampaña de las presidenciales francesas de 2022. Esta formación heredera de la derecha gaullista —aunque poco queda del legado del general De Gaulle— elegirá a su presidenciable entre este miércoles y el sábado. Sus 150.000 militantes tienen la última palabra en estas primarias cerradas. En ellas compiten cinco candidatos sin un carisma deslumbrante y con un perfil ideológico parecido.

La apuesta por la mano dura en materia de seguridad e inmigración ha marcado los debates. La sombra de Zemmour ha estado presente en la campaña interna de este partido, cuya militancia destaca por peinar canas y sus postulados muy conservadores. El polemista xenófobo, que aspira a unificar en un mismo bloque a los votantes de la derecha republicana con los de la ultraderecha, oficializó el martes su candidatura. Así pretende cortocircuitar a nivel mediático el proceso de selección de LR.

Unas primarias inciertas


“Es un hombre de provocaciones que propone palabras y frases bonitas”, pero no aporta soluciones, aseguró el martes por la noche la presidenta de la región parisina, Valérie Pécresse, en el debate de la cadena pública France 2. En el último enfrentamiento televisivo entre los cinco aspirantes de LR, todos ellos marcaron distancias con el polemista. El presidente de la región Hauts-de-France (norte), Xavier Bertrand, —el mejor posicionado de ellos en los sondeos— criticó que “no tiene estatura política” para convertirse en el jefe del Estado. “Las imágenes de Éric Zemmour de la semana pasada hablan por sí solas”, dijo Michel Barnier, exnegociador europeo del Brexit, refiriéndose a la peineta que hizo el ensayista-candidato a una transeúnte en Marsella

Ninguno de los cinco candidatos de LR genera unanimidad entre los simpatizantes. El perfil bajo de la mayoría de ellos refleja el declive nacional de esta histórica familia política, que conserva una gran implantación local y regional. Tanto Bertrand, Pécresse como Barnier cuentan como opciones de ganar. Incluso no se descarta una sorpresa con la designación del diputado Éric Ciotti, el más xenófobo de todos ellos. En Francia, las primarias tienen fama de ser una ruleta rusa, puesto que los militantes no siempre eligen al mejor candidato, sino al más parecido a ellos, ergo, al más radical.

Operaciones militares en la banlieue


Esta campaña interna se convirtió en una subasta para ver quién propone las medidas más duras contra la delincuencia y la llegada de migrantes. “Debemos cambiar la Constitución y pedir por referéndum a los franceses su opinión sobre las penas mínimas obligatorias para los delincuentes reincidentes y aquellos que ataquen físicamente a un policía, bombero o a un alcalde”, aseguró en France 2 Bertrand, quien pretende bajar a 15 años la mayoría de edad penal. “Quiero llevar a cabo operaciones relámpago, incluso con la participación del ejército”, en aquellos barrios populares “que quedaron fuera de la ley·”, defendió Pécresse. En otro debate ya había reivindicado “el vínculo entre la inmigración, el islamismo, el terrorismo y la inseguridad”.

Lejos de su reputación de tecnócrata de Bruselas con un talante moderado, Barnier también ha contribuido a esta espiral derechista. Propone reformar la carta magna para imponer la primacía del derecho francés sobre el europeo y así reducir de manera drástica la inmigración. Sin embargo, las propuestas más polémicas resultaron las de Ciotti. Este histórico diputado de la región de Niza defiende la construcción de un “Guantánamo a la francesa”, donde encerraría a los yihadistas más peligrosos. También quiere prohibir el velo islámico en los edificios públicos, incluso en los hospitales.

“Los dirigentes de LR tienen miedo de que sus electores se decanten por Zemmour”, explica a El Periódico Emilien Houard-Vial, experto en la derecha republicana. “No me extrañaría que aquellos votantes que estén de acuerdo con estas ideas terminen apostando por aquellos candidatos que las defienden de manera más radical”, advierte este profesor en Sciences Po Paris. “Pero que la derecha mantenga un discurso duro en materia de seguridad e inmigración es algo habitual”, matiza el politólogo Jean Petaux.

Este analista cree que “la credibilidad del candidato final de LR puede influir en la regresión” en los sondeos experimentada en las últimas semanas por el polemista. Y de ello dependerá su capacidad para tener un rol relevante en la carrera hacia el Elíseo, donde la derecha no ha regresado tras la derrota de Nicolas Sarkozy en 2012.

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