Condena en Alemania

Cadena perpetua para un terrorista de Estado Islámico dejó morir de sed a una niña yazidí

El tribunal le considera culpable de genocidio, crímenes contra la humanidad y tráfico de personas

El terrorista de Estado Islámico  Taha A. J. se cubre el rostro con una carpeta durante el juicio en el que ha sido condenado, este martes en Fráncfort.

El terrorista de Estado Islámico Taha A. J. se cubre el rostro con una carpeta durante el juicio en el que ha sido condenado, este martes en Fráncfort. / FRANK RUMPENHORST/ POOL

EFE

EFE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un tribunal de Fráncfort (sur de Alemania) condenó este martes a cadena perpetua a un terrorista de Estado Islámico (EI) que dejó morir de sed a una niña yazidí de cinco años a la que había esclavizado en el norte de Irak.

El acusado, identificado como Taha A. J. , de 29 años y nacionalidad iraquí, fue condenado por genocidio, crímenes contra la humanidad y tráfico de personas; además, deberá pagar una indemnización de 50.000 euros a la madre de la niña.

A. J. perdió brevemente el conocimiento después de que se proclamada la sentencia y el proceso tuvo que ser interrumpido durante algunos minutos, informaron medios alemanes.

"Por primera vez un tribunal confirma a nivel mundial que los actos del EI contra la comunidad religiosa yazidí son genocidio", dijo sobre la decisión Meike Olszak, experta en Derecho Internacional de Amnistía Internacional.

Atada al sol

Los hechos ocurrieron en verano de 2015 en la ciudad de Faluya, entonces controlada por el EI; el juez Christoph Koller consideró probado que A. J. ató a la pequeña Rania al sol para castigarla y la dejó morir de sed, aunque el abogado del acusado se había esforzado por presentar los hechos como un accidente.

La Audiencia de Fráncfort estimó además que con la esclavización de la niña y su madre, ambas yazidís, A.J. actuaba en consonancia con los objetivos del EI de exterminar a dicha minoría religiosa.

La esposa del condenado, Jennifer W., de nacionalidad alemana, ya fue sentenciada a finales de octubre en Múnich (sur) a 10 años de cárcel por denegarle el auxilio a la pequeña.

La madre de la niña, identificada como Nora T., empleada como esclava por el matrimonio, declaró como testigo en ambos procesos en un total de 16 ocasiones.

Justicia universal

La Audiencia de Fráncfort se hizo cargo del juicio contra Taha A.J., que comenzó en 2020, en virtud del principio de justicia universal, puesto que ni el perpetrador ni la víctima son ciudadanos alemanes.

Según Naciones Unidas, el EI esclavizó a 7.000 mujeres y niños pertenecientes al grupo religioso de habla kurda, muchos de los cuales siguen desaparecidos.

"La sentencia de hoy debe ser entendida como signo contra el terror y sus partidarios," declaró el vicepresidente de la Comunidad Kurda de Alemania (KGD), Mehmet Tanriverdi, según un comunicado difundido por la organización.