Veredicto polémico

El adolescente que mató a dos hombres en protestas raciales en EEUU, absuelto de todos los cargos

Kyle Rittenhouse consulta su móvil en el juicio, el pasado jueves, a la espera del veredicto del jurado.

Kyle Rittenhouse consulta su móvil en el juicio, el pasado jueves, a la espera del veredicto del jurado. / SEAN KRAJACIC / POOL

Idoya Noain

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La justicia ha hablado y Estados Unidos vuelve a contener la respiración ante la posible reacción a un dictado que intensifica la polarización. Un jurado de Kenosha (Wisconsin) ha absuelto este viernes de los cinco cargos que enfrentaba a a Kyle Rittenhouse, el adolescente que armado con un rifle semiautomático mató en agosto del año pasado a dos personas e hirió a una tercera en protestas que se vivieron en la ciudad después de que un policía blanco disparara por la espalda a Jacob Blake, un ciudadano negro que quedó paralizado (el agente nunca fue imputado).

Tras dos semanas de juicio y unas 26 horas de deliberaciones, los cinco hombres y siete mujeres del jurado han respaldado con su veredicto el argumento de la defensa propia sobre el que los abogados de Rittenhouse, que ahora tiene 18 años, han construido su caso. Y con su decisión han ignorado a la fiscalía, que en sus argumentos finales aseguró que “no se puede alegar defensa propia contra un peligro que tú has creado”.

En el caso de Rittenhouse, igual que está sucediendo en otro juicio penal en Georgia por el asesinato del joven negro Ahmaud Arbery a manos de tres hombres blancos, y en otro ante la justicia civil por las marchas de supremacistas blancos en Charlotesville en 2018, se han combinado algunos de los asuntos más explosivos que vive EEUU en este momento, una mezcla en la que aparecen cuestiones de raza y racismo y el auge de las protestas en algunos casos violentas pero también de una creciente ola de “vigilantismo” en la que ciudadanos de un país inundado de armas en manos de civiles están tomándose la justicia por su mano.

Rittenhouse, cuyo veredicto no podrá ser apelado, ha reaccionado a la lectura de esos cinco "no culpables" rompiendo a llorar y derrumbándose brevemente. La tensión, mientras, es elevada ante la posibilidad de que en las calles vuelvan a vivirse protestas. La presencia policial se ha intensificado en Kenosha y el gobernador de Wisconsin tiene preparados a 500 efectivos de la Guardia Nacional por si las fuerzas del orden reclaman refuerzos.

Un país polarizado

De momento las reacciones lo que han hecho es señalar a la profunda división y polarización que se vive en el país y también las que ha provocado este caso. Conservadores, incluyendo numerosos políticos republicanos, han celebrado el veredicto de absolución de Rittenhouse, que se ha convertido en un símbolo para la derecha y para aquellos que defienden el derecho ilimitado de los ciudadanos a portar armas y a actuar como patrulleros o vigilantes. Para demócratas y otros progresistas y activistas por la justicia racial, en cambio, la resolución es otra muestra de un sistema penal que denuncian "roto".

La familia de Anthony Huber, uno de los dos hombres que murieron por los disparos de Rittenhouse (a los que el controvertido juez del caso, Bruce Schroeder, no permitió que se definiera como "víctimas" durante el proceso), ha emitido un comunicado en el que denuncian el veredicto. "Envía el mensaje inaceptable de que civiles armados pueden aparecer en cualquier ciudad, incitar violencia y luego usar el peligro que han creado para justificar disparar a la gente en la calle", han escrito.

Rittenhouse no tenía la edad legal para comprar el AR15 (que adquirió para él un amigo), pero vio como el juez retiraba un cargo por la posesión de ese arma. El día de las protestas, había llegado desde Illinois y patrullaba las calles con su arma pasada la hora del toque de queda. Y su caso y el juicio también han puesto sobre la mesa el debate sobre el trato permisivo y hasta amable que le dio la policía, en contraste con el que han estado recibiendo los manifestantes que han tomado las calles de EEUU especialmente tras casos de violencia y brutalidad policial salpicados por el racismo.