Por la tensión migratoria

La UE paraliza la expedición de visados a Bielorrusia

Los Veintisiete suspenden parcialmente el acuerdo de facilitación de visados a los funcionarios bielorrusos

La decisión responde a los continuos ataques híbridos del régimen que dirige Aleksander Lukashenko

Alxander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, en su comparecencia frente al Parlamento el 26 de mayo del 2021.

Alxander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, en su comparecencia frente al Parlamento el 26 de mayo del 2021.

Silvia Martinez

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Tras los últimos ataques híbridos en la frontera oriental, la Unión Europea ha decidido dar un paso más contra el régimen bielorruso de Aleksánder Lukashenko. El Consejo ha decidido suspender parcialmente la aplicación del acuerdo entre la UE y Bielorrusia que facilita la expedición de visados y que entró en vigor el 1 de julio de 2020. La decisión, que responde a los intentos bielorrusos de desestabilizar la UE, afectará a funcionarios del Gobierno pero no a los ciudadanos de a pie que seguirán beneficiándose de la flexibilidad para viajar.

“Condenamos y rechazamos firmemente la continua instrumentalización de la inmigración por parte del régimen bielorruso. Es inaceptable que Bielorrusia disponga a su antojo de la vida de las personas con fines políticos. La Decisión de hoy pone de manifiesto una vez más nuestro compromiso común de seguir luchando contra estos continuos ataques híbridos”, ha dicho Ales Hojs, ministro de interior de Eslovenia y presidente de turno del Consejo.

La suspensión del acuerdo, destinado a facilitar la expedición de visados para estancias de corta duración, abarca las disposiciones que eximen de la presentación de pruebas documentales. Se verán afectados los miembros de delegaciones oficiales bielorrusas, los miembros de gobiernos y parlamentos nacionales y regionales de Bielorrusia y los miembros del Tribunal Constitucional de Bielorrusia y del Tribunal Supremo de Bielorrusia, en el ejercicio de sus funciones. También afectarán a los miembros de una delegación oficial bielorrusa que se desplace a la UE como consecuencia de una invitación oficial para participar periódicamente en reuniones, consultas, negociaciones o programas de intercambio, o bien en actos celebrados por organizaciones intergubernamentales en el territorio de los Estados miembros.

Países bajo vigilancia

La decisión se produce veinticuatro horas después de que la presidencia de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reclamara a los Veintisiete la extensión de las sanciones contra Bielorrusia y la posibilidad de sancionar a las aerolíneas de terceros países que participan en el tráfico de seres humanos. Según denuncia el Consejo, el régimen bielorruso comenzó en junio de 2021 a organizar vuelos y viajes internos para facilitar el tránsito de inmigrantes hacia la UE, primero a Lituania y posteriormente a Letonia y Polonia, que han registrado un aumento “sin precedentes de los flujos migratorios irregulares procedentes de Bielorrusia” que “induce a pensar que el régimen bielorruso está fomentando la migración irregular con fines políticos, y en particular como represalia contra Lituania, Polonia y Letonia por su posición sobre Bielorrusia”.

En el punto de mira de Bruselas se encuentran más de una docena de países de origen que la Comisión Europea vigila de forma estrecha así como dos decenas más de rutas aéreas. Países como Marruecos, Siria, Irán, Qatar, India, Sudáfrica, Venezuela, Sri Lanka, Argelia, Libia o Yemen entre otros. “Estamos mirando la frecuencia de los vuelos, cuántos vuelos salen, cuántos vuelos regresan, cuál es la ocupación del avión... El régimen de Lukashenko lleva a cabo una operación muy, muy inhumana, inaceptable y realmente ilegal porque se acercan a estos viajeros potenciales a través de canales aparentemente oficiales, consulados bielorrusos, embajadas bielorrusas, agencias de viajes y otros intermediarios que emiten, por ejemplo, visados, y les informan de que luego se organizará el transporte para que vayas a la frontera”, ha explicado este martes el portavoz de Borrell que ha acusado a Bielorrusia de actuar como "un régimen gansteril" y de utilizar el arma que más daño hace a la UE: la inmigración.

En respuesta a esta actitud, Bruselas ha avisado que "no vamos a tolerar sus acciones ilegales” y que movilizarán todos los recursos disponibles. Hasta el momento, la UE ha adoptado cuatro rondas de sanciones con las que han castigado a más de 150 personalidades vinculadas al régimen de Lukashenko así como a una quincena de entidades. Un enfoque gradual que defienden y que completarán en breve con una nueva ronda. Sobre la mesa, la posibilidad de castigar a aerolíneas de terceros países, ampliar la lista de sanciones y una ofensiva diplomática dirigida a los países de origen para que eviten que sus nacionales caigan en la "trampa peligrosa" tendida por Minsk.