Macrooperación

Destapada una red de tráfico de oro y diamantes en el Ejército portugués

La policía lusa detiene al menos a una decena de personas y ordena registros en varias ciudades del país

Varios militares y exmilitares introdujeron presuntamente piedras preciosas y drogas en Europa aprovechando misiones militares en África

Dos soldados portugueses en una misión en Kosovo.

Dos soldados portugueses en una misión en Kosovo. / HAZIR REKA

Lucas Font

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La Policía Judiciaria de Portugal (PJ) ha detenido este lunes a al menos una decena de personas vinculadas a una presunta red de tráfico de diamantes, oro y drogas en el Ejército luso. El juez ha ordenado además el registro de un centenar de domicilios y edificios en varias ciudades del país, incluido el cuartel militar de Sintra. Más de 300 efectivos de la PJ han participado en la operación.

La investigación comenzó en 2019, a partir de la denuncia del comandante del Ejército portugués en una misión de las Naciones Unidas en la República Centroafricana. El comandante alertó a las autoridades lusas sobre los presuntos negocios ilegales de algunos militares y exmilitares, que aprovechaban presuntamente la ausencia de controles en los aviones del Ejército para introducir la mercancía en Europa. En el caso de los diamantes, estos eran transportados posteriormente por tierra hasta Bélgica.

Los detenidos blanqueaban el dinero a través de testaferros, que abrieron varias cuentas bancarias y compraron criptomonedas para tratar de borrar el rastro del dinero. Unos presuntos delitos que "tienen que ser esclarecidos", según ha informado el Ejército en un comunicado. "Las Fuerzas Armadas tomarán las medidas necesarias, siendo absolutamente intransigentes con los desvíos de los valores y de la ética militar", añade la nota.

Minimizar el impacto

El ministro de Exteriores luso, Augusto Santos Silva, ha tratado de minimizar el posible impacto negativo de la operación en la reputación internacional de Portugal. "El papel desempeñado por los militares portugueses es reconocido de forma unánime. Lo único que nos piden nuestros interlocutores es que reforcemos nuestra presencia en las misiones de paz", ha asegurado Santos Silva.

El Ejército portugués ya se vio envuelto en otras polémicas en el pasado, como en el caso Tancos, que investiga el presunto robo de armamento militar en 2017 por parte de varios miembros de las Fuerzas Armadas. El proceso obligó a dimitir al entonces ministro de Defensa, José Alberto Azeredo Lopes, que llegó a estar acusado en el juicio que sigue todavía abierto.