Elecciones cuestionadas

Ortega se impone con el 75% de los votos en unos comicios calificados de "pantomima"

Organizaciones civiles denuncian irregularidades en unas elecciones cuyo resultado salió a festejar el oficialismo antes de conocerse el escrutinio

Daniel Ortega es reelegido presidente de Nicaragua con sus rivales opositores presos

Daniel Ortega es reelegido presidente de Nicaragua con sus rivales opositores presos. En la foto, protesta de nicaragüenses en Panamá. /

Abel Gilbert

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"El voto llama a la paz", dijo Daniel Ortega después de ser reelegido presidente en una contienda calificada de "pantomima", dentro y fuera del país, y con escasa participación en las urnas. El Frente Sandinista de Liberación (FSLN) salió a festejar el triunfo como un hecho consumado cuando aún no se había abierto una sola urna. En la madrugada del lunes, el Consejo Supremo Electoral (CSE) informó de que Ortega, quien comparte la fórmula electoral con Rosario Murillo, su esposa y en adelante "copresidenta", obtuvo el 74,99% de los votos. Los otros sufragios se los repartieron cinco partidos testimoniales que sabían de antemano su condición de actores de reparto de una mascarada. La victoria del exguerrillero es fruto de las condiciones anómalas en las cuales se ha desarrollado la contienda, con siete aspirantes a candidatos presidenciales en prisión y acusados de "traición a la patria".

De acuerdo con la organización Urnas Abiertas, el nivel de abstención ha sido altísimo: un 81,5% .La oenegé denunció además irregularidades como el acoso de policías y parapolicías y la manipulación del padrón electoral. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló de elecciones "simuladas". Ortega y Murillo, añadió, son "ampliamente impopulares y sin un mandato democrático". Les acusó además de gobernar Nicaragua como "autócratas, no diferentes a la familia Somoza contra la que Ortega y los sandinistas lucharon hace cuatro décadas". La vecina Costa Rica hizo propio ese diagnóstico y no reconoció la contienda.

El Ministerio de Exteriores de España calificó las elecciones de "una burla" y "fraudulentas". Para el alto representante para Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, lo que tuvo lugar en Nicaragua este domingo completa la "transformación" del orteguismo en "un régimen autocrático". De acuerdo con la UE, "el pueblo nicaragüense se ha visto privado de su libertad de expresión, asociación y reunión pacífica". Borrell recordó que Europa ha evitado "cuidadosamente" cualquier medida que pudiera "agravar las dificultades del pueblo nicaragüense y se ha dirigido sistemáticamente solo a los responsables de los sucesos antidemocráticos en el país". Con este mismo espíritu, anunció que los Veintisiete estudiarán si adoptan medidas adicionales contra el régimen de Ortega. EEUU ya anticipó también que promoverá medidas más drásticas contra Managua.

La situación en el pequeño país centroamericano ya se proyecta en el marco de un conflicto de mayor alcance. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, saludó la "jornada de paz" que permite la continuidad en el poder desde 2007 de su socio político regional. Rusia envió observadores que avalaron las elecciones. También lo hicieron representantes de Abjasia y Osetia del Sur.

Presos políticos

La "pantomima" electoral, como la calificó Biden, es un subproducto del estallido social de mediados de 2018. La sublevación callejera tuvo una intensidad que algunos expertos equipararon con los enfrentamientos contra la dictadura de Anastasio Somoza un año antes de su caída, en 1978. La saña represiva se llevó por delante la vida de más de 300 personas. Se reportaron en esos momentos dramáticos miles de heridos. El número de exiliados estuvo cerca de los 100.000. El matrimonio Ortega-Murillo perdió entonces los respaldos del empresariado y la jerarquía católica. Desde aquellos días ya nada es lo mismo ni lo será en Nicaragua.