Polémica medida en Alemania

El almuecín ya puede llamar al rezo en Colonia

Un proyecto piloto de la ciudad renana, limitado a dos años, reaviva un viejo debate político en el país centroeuropeo

Ciudad de Colonia en Alemania

Ciudad de Colonia en Alemania

Andreu Jerez

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Hace semanas que las mezquitas de la ciudad renana de Colonia pueden llamar al rezo a sus feligreses a través del canto del almuecín. Así lo ha decidido la alcaldía de la ciudad, en manos de la independiente Henriette Reker. La alcaldesa asegura que la decisión responde a la necesidad de proteger la libertad religiosa y los derechos de los ciudadanos musulmanes de la ciudad, mayoritariamente católica.

"Los musulmanes y las musulmanas, muchos y muchas nacidos y nacidas aquí, son parte de la sociedad de Colonia. Quien dude de ello, pone en entredicho la identidad de la ciudad y la convivencia pacífica. Que ahora se pueda escuchar la llamada del almuecín junto a las campanas de las iglesias demuestra que la diversidad es valorada y vivida en Colonia", argumenta la alcaldesa en la nota de prensa dada a conocer en octubre.

El proyecto piloto, limitado de momento a dos años, funciona de la siguiente manera: aquellas mezquitas que quieran usar la llamada al rezo deben presentar una solicitud, que es analizada por las autoridades municipales. Una vez aprobada, sólo podrá aplicarse los viernes -el día sagrado de los musulmanes-, el almuecín sólo podrá llamar al rezo entre las 12 del mediodía y las tres de la tarde, y únicamente durante 5 minutos. El volumen debe ser limitado. Los responsables de la mezquita deben informar al barrio y estar disponibles para recibir posibles quejas o preguntas del vecindario.

Según informaba esta misma semana la agencia de noticias católica KNA, hasta ahora ninguna de las 35 comunidades musulmanes de Colonia ha presentado la solicitud y sólo pocas de ellas han mostrado interés. A pesar de ello y de que Colonia no es el primer municipio alemán que permite la llamada del almuecín, la decisión ha desatado un viejo debate político en Alemania.

Un "privilegio"

En declaraciones a la radio Deutschlandfunk, la académica especializada en el islam Susanne Schröter asegura que la llamada del almuecín supone un "privilegio" para una minoría religiosa. A diferencia de las campanas de las iglesias, argumenta, la llamada al rezo musulmana contiene la expresión "Alá es el más grande", lo que ella considera la expresión de un islam político. Como trasfondo está la presencia en Alemania de Ditib, organización islámica dependiente del Estado turco y cuyos críticos consideran una especie de brazo religioso del presidente turco, RecepTayyipErdogan, en Alemania.

El escritor de origen egipcio HamedAbdel-Samad se suma a las críticas de Schröter: "Los musulmanes pueden rezar, ayunar y peregrinar a la Meca cuando y como quieran. Pero ¿por qué deberían recibir el derecho de ensordecer a su barrio con altavoces?", se pregunta este exmusulmán hijo de un imán cuyo adiós público al islam le costó amenazas de muerte en su país de origen. Abdel-Samad habla abiertamente de "islamofascismo" al referirse al islamismo radical y al yihadismo.

Otras voces especializadas, como los arabistas Angelika Neuwirth y Dirk Hartwig, defienden la medida de Colonia. Neuwirth y Hartwig consideran que la llamada del almuecín tiene afinidad con las campanas de las iglesias cristianas o el sonido del shofar, el cuerno de viento que usan los judíos en fechas religiosas especiales. En una tribuna publicada en el diario Die Welt, los arabistas escriben que el permiso a usar en almuecín supone "una mínima confirmación del hecho que los musulmanes practiquen hoy su religión en Alemania".

Los defensores de la medida -entre los que se encuentran la dirección de la Iglesia Evangélica de Alemania y el Consejo Central de los Musulmanes en el país- recuerdan que en Turquía es natural que las iglesias repiquen sus campanas a pesar de que el país sea mayoritariamente musulmán.

Instrumentalización política

Más allá de las discusiones entre arabistas y especialistas del islam, el debate ha tomado tintes políticos. La ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD) nunca deja pasar este tipo de ocasiones para desplegar su discurso islamófobo: "En Colonia, uno de los más antiguos centros del credo católico en Alemania, los islamistas de Ditib y de Erdogan pueden ahora difundir sus llamadas musulmanas del almuecín en toda la ciudad", reaccionó la parlamentaria federal e integrante de la dirección de AfD Beatrix con Storch poco después de que la alcaldía de Colonia hiciese pública la medida.

Las críticas políticas no se circunscriben a la ultraderecha. Voces de la Unión Socialcristiana bávara (CSU) aseguran que este tipo de medidas "nunca" se aplicarán en el Estado Libre de Baviera. "La llamada al rezo no es un medio hacia una mayor integración ni una prueba de tolerancia", reaccionó Winfried Bausback, presidente de la fracción socialcristiana en el Parlamento bávaro.

Pese a las críticas, Henriette Reker se mantiene firme. La alcaldesa ya demostró en el pasado tener convicciones políticas de hierro: esta política independiente sufrió un grave atentado a manos de un ultraderechista en octubre del 2015, que la apuñaló un día antes de las elecciones municipales de la ciudad. Reker había participado activamente en la acogida de refugiados. Tras sobrevivir al ataque, acabó ganando los comicios con mayoría absoluta.