Tensión en África

Los sudaneses toman las calles para protestar contra el golpe militar

Los militares han detenido al primer ministro depuesto tras disolver el Gobierno civil de transición

Continúan las protestas en Sudán un día después del golpe de Estado

Continúan las protestas en Sudán un día después del golpe de Estado. /

Agencias

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Los sudaneses han vuelto a manifestarse este martes contra el golpe de Estado que derrocó la víspera al Gobierno de transición pese a la represión militar que dejó el lunes siete muertos y unos 80 heridos. La asonada capitaneada por el general Abdel Fattah al Burhan ha desatado las condenas internacionales, principalmente desde Occidente. Estados Unidos ha suspendido 700 millones de dólares en ayudas a Sudan, al tiempo que reclamaba la “restitución inmediata” de su liderazgo civil.

"No hay vuelta atrás posible", gritaron los manifestantes en las calles de Jartum en un claro desafío a los militares, que disolvieron la víspera el Ejecutivo de transición, detuvieron a la mayoría de sus gobernantes y declararon el estado de emergencia. También cortaron las conexiones a internet y bloquearon los accesos al aeropuerto de la capital.

Para la troika de países que han mediado últimamente en los muchos conflictos del país africano, Estados Unidos, Gran Bretaña y Noruega, "las acciones de los militares traicionan la revolución y la transición" iniciada hace más de dos años. Esa transición debía desembocar en sus primeras elecciones libres en tres décadas, las primeras tras el colapso de la dictadura del islamista Omar al Bashir.

Solo Rusia se ha desmarcado de las demandas de Occidente. Moscú atribuyó el golpe a "una política equivocada" y a "la injerencia extranjera" en el país, donde rusos, turcos, estadounidenses y saudís se disputan la influencia atraídos por sus estratégicos puertos en el mar Rojo.

Gobierno de tecnócratas

Está previsto que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna este martes a puerta cerrada para abordar la situación en Sudán, donde toma cuerpo la posibilidad de que los militares recobren el poder absoluto. Hasta ahora los llamamientos internacionales no han surtido efecto.

Al Burhan, el cabecilla de la asonada, aseguró en una comparecencia televisiva que los militares volverán a sus cuarteles una vez se nombre un gobierno independiente de tecnócratas para dirigir el país. El general añadió que ha albergado en su casa al primer ministro depuesto, Abdala Hamdock, cuyo paradero se desconocía hasta ahora. “Temíamos por su vida”, dijo ante las cámaras. La oficina de Hamdock asegura, sin embargo, que está detenido y ha pedido su liberación.

Llamamiento a la huelga

Desde la sociedad civil se hizo un llamamiento a la “huelga general” y la “desobediencia civil”. Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles en Jartum y Omdurman. Muchos de ellos tratan de "salvar" la "revolución" que tumbó a Bashir en 2019, tras una represión que dejó más de 200 muertos. "El pueblo eligió un Estado civil" y "no un poder militar", declararon el lunes algunos manifestantes en la capital, donde barricadas con neumáticos incendiados y piedras cortaban las calles cerca del cuartel general del Ejército.

"La opción de la dictadura"

La revuelta prodemocrática de hace dos años es motivo de orgullo para muchos sudaneses, dado el fracaso de muchas de las primaveras árabes.  En abril de 2019, tras expulsar a Bashir del poder, militares y civiles formaron el llamado Consejo Soberano, compuesto equitativamente por miembros de ambos bandos para organizar las primeras elecciones libres a finales de 2023

Pero esa transición llevaba tiempo tambaleándose por las discrepancias entre los defensores de un gobierno exclusivamente civil y los partidarios de un régimen castrense que sacara a Sudán del marasmo político y económico.