Tensión en África

El Ejército da un golpe de Estado en Sudán y disuelve el Gobierno de transición

Los militares detienen al primer ministro, Abdalá Hamdok, a su esposa y a varios miembros del Consejo Soberano, el órgano cívico-militar de gobierno provisional

Los soldados disparan contra manifestantes que han salido a las calles para denunciar la asonada matando a tres personas e hiriendo a otras 80

El primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok.

El primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok. / Reuters

Reuters

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Un grupo de militares ha arrestado este lunes al primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok, por negarse a apoyar el golpe de Estado que ha liderado la cúpula del Ejército, con el general Abdelfatá al Burhan al frente. Hamdok permanece en "arresto domiciliario", según ha informado el Ministerio de Información sudanés, que aún controla el Gobierno. El jefe del Ejecutivo ha pedido a la población que ocupen las calles de manera pacífica para "defender la revolución" y protesten contra la asonada castrense.

Además de Hamdok, otros ministros y miembros del componente civil del Consejo Soberano, máximo órgano de poder cívico-militar del proceso de transición en Sudán, fueron detenidos y llevados a un paradero desconocido, según el Gobierno sudanés. Entre los arrestados se encuentran también el encargado de la cartera de Asuntos Interiores, Jaled Omar Yusef, y el ministro de Industria, Ibrahim Al Sheikh.

Un testigo citado por la agencia Reuters dijo que las fuerzas militares y paramilitares se desplegaron por la capital, Jartum, restringiendo los movimientos de los civiles, mientras que manifestantes antigolpe quemaban neumáticos en diferentes partes de la ciudad. Fuentes hospitalarias han cifrado hoy en tres los muertos en 80 los heridos en los choques entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. El aeropuerto de Jartum ha sido cerrado y se han suspendido los vuelos internacionales, según el canal de televisión 'Al-Arabiya'. El Ejército ha disparado "con balas reales" contra manifestantes frente a los cuarteles generales de las Fuerzas Armadas, ha agregado el Ministerio de Información en Facebook.

Las fuerzas militares asaltaron la sede de la Radio y Televisión de Sudán en Omdurman, la ciudad gemela de la capital, Jartum, y detuvieron a los empleados. Dos importantes partidos políticos, el Umma y el Congreso Sudanés, condenaron el golpe y la campaña de detenciones. También se han pronunciado en contra Estados Unidos y las Naciones Unidas.

Un manifestantes con la bandera nacional muestra su rechazo al golpe de Estado este lunes en Jartum.

Un manifestantes con la bandera nacional muestra su rechazo al golpe de Estado este lunes en Jartum. / AFP

El golpe se ha producido mientras visita al país el enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, quien se reunió durante el pasado fin de semana con las principales autoridades civiles y militares de Sudán.

Después de la intentona golpista el mes pasado, Hamdok, aseveró que era necesario "reformar los órganos militares y de seguridad" después de que acusara a "remanentes del régimen" del exdictador Omar al Bashir, derrocado en 2019, de orquestar la asonada.

Esto provocó el malestar de los líderes militares, que se reparten el poder con el componente civil en el Gobierno de transición por un acuerdo en 2019, y la tensión ha ido creciendo desde el mes pasado con varias manifestaciones a favor y en contra del Ejecutivo. Los militares debían traspasar el liderazgo del Consejo Soberano conjunto a una figura civil en los próximos meses y celebrar elecciones generales a finales del 2023. Pero el momento del traspaso no estaba claro, ya que las autoridades de la transición se esforzaban por avanzar en cuestiones clave, como la entrega de Bashir a la Corte Penal Internacional.

Tecnócrata popular

Hamdok es un economista y exalto funcionario de la ONU que fue nombrado primer ministro tecnócrata en 2019 y es muy respetado internacionalmente. Aunque es popular entre los grupos civiles pro-democracia, ha luchado por mantener la transición debido a las divisiones políticas entre los militares y los civiles y las presiones de una crisis económica. Muchos de los ministros y funcionarios detenidos habían intensificado su retórica contra los militares en las últimas semanas. La semana pasada, varios ministros del Gabinete participaron en grandes protestas en varios puntos de Jartum y otras ciudades contra la perspectiva de un Gobierno militar.

La Asociación de Profesionales de Sudán, una de las principales coaliciones de activistas en el levantamiento contra Bashir, pidió a sus partidarios que se movilizaran tras lo que denominó la detención de los miembros del Gabinete. "Instamos a las masas a que salgan a las calles y las ocupen, cierren todas las carreteras con barricadas, organicen una huelga general de trabajadores y no cooperen con los golpistas y utilicen la desobediencia civil para enfrentarse a ellos", dijo el grupo en un comunicado en Facebook.

Aparte de la tensión política, Sudán se encuentra inmerso en una profunda crisis económica, marcada por una inflación récord y la escasez de productos básicos.