Acusados de "terrorismo"

Siria ejecuta a 24 personas por provocar incendios forestales

El Ministerio de Justicia sirio ha publicado la acusación de "terrorismo" y la condena de otros 11 individuos a cadena perpetua realizando trabajos forzados

Las organizaciones humanitarias han alertado del nivel de crueldad y opacidad que envuelve a estas ejecuciones y han denunciado la "farsa del sistema de justicia" de Asad

Bashar el Asad, durante la entrevista en Damasco.

Bashar el Asad, durante la entrevista en Damasco. / periodico

Andrea López-Tomàs

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Siria ejecuta a 24 personas por provocar incendios forestales, acusándolas de "actos terroristas". El Ministerio de Justicia sirio ha anunciado la ejecución de más de una veintena de convictos y la condena a cadena perpetua realizando trabajos forzados de otros 11 criminales. Cinco menores recibieron penas de cárcel de entre 10 y 12 años. Se les acusa de haber prendido de forma deliberada los fuegos que arrasaron el noroeste del país en las provincias de Homs, Tartus y Hama durante el otoño pasado. Las organizaciones humanitarias se han mostrado compungidas ante la crueldad y el patrocinio con los que han sido castigados.

Un total de 187 incendios alcanzaron a 280 pueblos y arrasaron más de 13 hectáreas de cultivos agrícolas con miles de árboles de olivos, cítricos y manzanas. También prendieron unas 11 hectáreas de bosques y dañaron casi 400 hogares. Tres personas murieron a causa de los fuegos que prendieron entre septiembre y octubre del año pasado en el noroeste de la región. En total, se calcula que los daños superaron los 20 millones de euros. Cuando los incendios forestales estallaron, se atribuyeron a una ola de calor inusual para la época del año, a vientos cálidos del este combinados con la vegetación seca de la zona. 

"Confesaron que habían iniciado incendios en varias localidades de las tres provincias, y también admitieron haber convocado reuniones para planificar los incendios", ha explicado el Ministerio de Justicia sirio en una publicación de Facebook. La ejecución publicitada de un gran grupo de personas es rara en un país devastado por la guerra que ya suma una década. Qardaha, la ciudad natal del presidente Bashar al Asad, quedó muy afectada por los fuegos. Cuando los incendios estuvieron bajo control, el dictador hizo una visita poco común a su región.

"Desprecio por la vida"

Los ejecutados han sido acusados de "actos terroristas" por haber causado muertos y enormes daños en la infraestructura, las propiedades pública y privada, las tierras de cultivo y los bosques. "Las ejecuciones de 24 personas demuestran el desprecio del gobierno sirio por el derecho internacional, especialmente el derecho a la vida", ha declarado Diana Semaan, investigadora sobre Siria de Amnistía Internacional. Las condenas a muerte a menudo se dictan durante juicios secretos que carecen de garantías básicas y con confesiones obtenidas bajo coacciones o tortura. 

Cada semana entre 20 y 50 personas eran ahorcadas en la prisión de Saidnaya en Siria durante el principio de la guerra civil, denunciaba un informe de la organización en 2017. La opacidad del sistema penal sirio impide llevar un recuento real sobre las vidas arrancadas en la horca. "La idea de que 24 personas fueron ejecutadas en relación a incendios forestales simplemente huele a la farsa en que Asad ha convertido al sistema de justicia durante la última década", ha denunciado Sara Kayyali, analista sobre Siria de Human Rights Watch. 

Estos fuegos tuvieron lugar en una zona leal a Asad, donde la ciudadanía pudo criticar abiertamente al Gobierno en las redes sociales. "Esto me parece un movimiento diseñado para apuntalar la popularidad de Asad y del Gobierno en estas áreas", ha reconocido Kayyali. En plena rehabilitación con sus vecinos árabes, el dictador sirio busca remediar las críticas que recibió el pasado otoño ante la incapacidad de su Ejecutivo de controlar los incendios y la ridícula compensación económica que ofrecía a las víctimas.