Por orden de la jueza

Prisión preventiva en un centro médico para el autor del ataque con arco en Noruega

Espen Andersen Bråthen permanecerá detenido durante cuatro semanas en aislamiento total

Las autoridades consideran que puede tratarse de un ataque terrorista, pero no descartan que el sospechoso padezca problemas mentales

Espen Andersen Braathen, el sospechoso del ataque con arco y flechas en Noruega, en una captura de vídeo.

Espen Andersen Braathen, el sospechoso del ataque con arco y flechas en Noruega, en una captura de vídeo. / YOUTUBE

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El hombre sospechoso de haber matado a cinco civiles a punta de arco y flechas en la ciudad noruega de Kongsberg ha pasado a prisión preventiva en un centro médico, según ha decido este viernes la jueza Ann Mikalsen. Espen Andersen Bråthen permanecerá detenido durante cuatro semanas en aislamiento total.

Existen dudas sobre la situación psiquiátrica, y por ende de la responsabilidad penal, de este danés de 37 años, sospechoso de radicalización islamista, que reconoció haber matado a cinco personas y herido a otras tres el miércoles.

"Fue confiado a los servicios médicos el jueves por la noche tras una evaluación de su estado de salud", declaró la fiscal a cargo del caso, Ann Iren Svane Mathiassen.

El jueves, Bråthen empezó a ser objeto de una evaluación psiquiátrica cuyas conclusiones tardarán varios meses. "Esto indica que no todo está en el lugar que corresponde" en su cabeza, dijo su abogado, Fredrik Neumann, al periódico 'VG'. "Una evaluación judicial completa aclarará la situación", agregó.

Si bien las autoridades consideran que los ataques llevan la marca de un "acto terrorista", no descartan la posibilidad de que el sospechoso padezca problemas mentales.

"No hay duda de que el acto en sí presenta indicios que sugieren que puede ser un acto terrorista, pero ahora es importante que la investigación avance y que se aclare el móvil del sospechoso", dijo el jueves el jefe de los servicios de seguridad noruegos Hans Sverre Sjøvold.

Vigilado por la ley

Bråthen, ciudadano danés de 37 años, quien ya había confesado su conversión al islam y se encontraba monitorizado por los servicios de seguridad noruegos desde hace unos años, confesó durante el interrogatorio haber cometido el ataque, armado con un arco y flechas.

"Nos dijo por qué lo hizo, pero no podemos decir nada al público sobre sus motivos en este momento", dijo la fiscal a la AFP el jueves.

Según indicó el oficial de policía Ole Bredrup Saeverud, "hubo temores relacionados con una radicalización del individuo que llevaron a las autoridades a vigilarlo", precisando que esas sospechas se remontan a 2020 y antes.