Violencia en América Latina

Conmoción en Colombia por la ejecución de dos adolescentes venezolanos sorprendidos robando

Los jóvenes, de 12 y 18 años, aparecieron muertos con las manos atadas tras asaltar un almacén de ropa

Colombia: ONU exige investigar asesinato de adolescentes venezolanos ejecutados y atados de manos

Barcelona

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Consternación en Colombia por el asesinato de dos adolescentes venezolanos, de 12 y 18 años, acusados de robar en un almacén de ropa. La ONU y autoridades colombianas investigan estas ejecuciones con arma de fuego en Tibú, una violenta región cocalera del noreste del país cometidas, presuntamente, por "un grupo armado ilegal", en palabras del defensor del pueblo del departamento colombiano Norte de Santander.

En vídeos y fotos difundidas en redes sociales, los adolescentes, afligidos y con las manos atadas delante con cinta adhesiva mientras, escuchan a una persona que, fuera de plano, les acusa de ser unos "ladroncitos". Un hombre, sin identificar, les advierte: "Lamentablemente son muchachos muy jovencitos, no queremos verlos mañana por allá tirados en alguna orilla de las carreteras".

Es precisamente lo que ocurrió. Los cuerpos de los adolescentes fueron encontrados más tarde en una zona rural, muertos por herida de arma de fuego y con las manos todavía atadas. Un cartón con la palabra "ladrones" escrita a mano reposaba sobre el cuerpo del más pequeño, tirado bocabajo con una mochila roja.

"Un grupo armado ilegal"

Jaime Marthey, defensor de pueblo del departamento Norte de Santander donde ocurrieron los homicidios, aseguró que los jóvenes fueron sorprendidos robando ropa en Tibú, una población fronteriza con Venezuela. Los comerciantes los ataron, pero luego "fueron arrebatados (...) por un grupo armado ilegal que se los llevó con un destino desconocido donde luego aparecieron muertos", agregó Marthey en entrevista con Blu Radio. Según el defensor, los jóvenes eran migrantes que huyeron de la crisis económica de Venezuela.

El coronel de la policía, Carlos Martínez, responsabilizó a las disidencias de la exguerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) que se apartaron del acuerdo de paz firmado en 2016 y aseguró que se están llevando a cabo una investigación para esclarecer los crímenes.

El fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, envió una carta a su homónimo colombiano, Francisco Barbosa, para pedir "el esclarecimiento de los hechos y el establecimiento de las responsabilidades que haya lugar".

Saab escribió en Twitter que "no se ha logrado la identificación plena de los cuerpos y no han sido reclamados por ningún familiar: los mismos reposan en la morgue de Cúcuta". "Hemos conocido extraoficialmente que autoridades del lugar se dirigieron a la oficina de identificación de Venezuela (Saime) para obtener las huellas para la identificación" de una de las víctimas, indicó.

El convulso municipio de Tibú concentra la mayor cantidad de narcocultivos de Colombia con más de 19.000 hectáreas sembradas de hoja de coca, según la ONU.

Disidentes de la antigua guerrilla de las FARC, rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y narcosde origen paramilitar se disputan el territorio para controlar el negocio de la coca.

Organizaciones no gubernamentales como la internacional Human Rights Watch han denunciado que miles de migrantes venezolanos llegan a la región por el precario control de los pasos fronterizos y terminan atrapados en el conflicto armado colombiano.