La campaña de "intimidación y amenazas" el emir de Dubái contra su exesposa Haya

La princesa Haya vive en un infierno. El gobernante de Dubái, el jeque Mohamed bin Rashid al-Maktum, ordenó el hackeo y la vigilancia de los teléfonos de su exesposa y sus abogados como parte de una "campaña sostenida de intimidación y amenazas" durante la batalla por la custodia de sus hijos, según el Tribunal Superior de Inglaterra. Además, la medio hermana del rey Abdalá II de Jordania ha visto amenazado su hogar en el Reino Unido cuando agentes de su exmarido intentaron comprar la propiedad adyacente a la mansión que le ha servido de refugio tras escapar de una relación de abusos y control.

"Siento como si las paredes se estuvieran cerrando sobre mí, como si me estuviera asfixiando", dijo Haya bint-Husein en un comunicado al juez Andrew McFarlane. "No siento que pueda avanzar libremente tal y como están las cosas ahora, mientras estoy y me siento perseguida todo el tiempo, y me veo obligada a mirar por encima del hombro en cada momento del día", añadió la princesa frente al tribunal. Este miércoles se han conocido más detalles de la campaña intimidatoria a la que ha estado sometida desde que escapó al Reino Unido con sus hijos en 2019. 

"Defendiéndome de todo un Estado"

Mohamed empezó a usar el software Pegasus, desarrollado por la firma israelí NSO, para piratear los teléfonos de Haya y sus allegados en julio del 2020. El primer ministro de Dubái, de 72 años, y quién fue su sexta esposa Haya, de 47, llevan más de dos años enfrascados en una costosa batalla por la custodia de sus hijos, Jalila, de 13, y Zayed, de 9, los más jóvenes de los 21 retoños del emir. Haya huyó con ambos de Dubái ya que temía por su seguridad. El caso por Jalila y Zayed cuenta con algunos de los abogados más destacados de Gran Bretaña, como Fiona Shackleton que representó al príncipe Carlos en su divorcio con Diana de Gales y ahora defiende a Haya.

"Tengo la sensación de que me estoy defendiendo de todo un Estado, incluso en nuestra propia casa", lamentó una princesa atemorizada. Su exmarido quería extender sus garras hasta la verja de su jardín. Quiénes trabajaban para él intentaron comprar una mansión valorada en 30 millones de libras al lado de la finca de Haya cerca de la capital británica que le había regalado su difunto padre, el rey Husein. El juez McFarlane dijo que consideraba de forma justificada que la mudanza de propiedad era aterradora.

Por Shamsa y Latifa

La sentencia emitida este miércoles por el juez McFarlane dictaminó que los niños deberían vivir con su madre. Estos fallos se producen 19 meses después de que el tribunal concluyera que Mohamed había secuestrado a dos de sus hijas, las había maltratado y las había retenido contra su voluntad. En el año 2000, la princesa Shamsa a sus 18 años huyó del opresivo Dubái para al cabo de dos meses, ser secuestrada en las calles de Cambridge y llevada en avión de regreso. Desde entonces, no se la ha vuelto a ver en público. 

Su hermana menor, la princesa Latifa, quiso seguir el mismo patrón en el 2018 cuando intentó escapar de las garras de su autoritario padre. Finalmente, las fuerzas de seguridad indias la encontraron en un barco en aguas internacionales y la devolvieron al emirato. Durante dos años, se desconocía su paradero y se desarrolló una campaña para su liberación. A través de vídeos mandados a amigos, Latifa pudo denunciar su reclusión que terminó este verano. Shamsa y Latifa no lograron deshacerse de la condena de ser mujer en la familia real dubaití pero la luz que desprende la vida en libertad de Haya alumbra el camino para las demás.