Relevo en la política filipina

Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, se retira de la política

Su hija se presentará a las elecciones presidenciales filipinas de 2022

Duterte prueba un kalashnikov con el ministro ruso Sergei Shoigu.

Duterte prueba un kalashnikov con el ministro ruso Sergei Shoigu.

EFE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El mandatario filipino Rodrigo Duterte ha anunciado que abandona la política y, por lo tanto, no se presentará a las elecciones de 2022, en las que podía optar al puesto de vicepresidente. Su retirada allana el camino para que su hija sea candidata a dirigir el país.

Duterte, de 76 años, a quien la Constitución impide presentarse a un segundo mandato de seis años, sigue siendo casi igual de popular en las encuestas que cuando ganó los comicios en 2016 prometiendo una firme campaña contra el narcotráfico en el país. El mandatario había anunciado que sería candidato a vicepresidente, una operación denunciada por la oposición como una treta para librarse de posibles investigaciones judiciales.

Un reciente sondeo, realizado por Pulse Asia Research, indicó que Duterte había retrocedido en las intenciones de voto. Otra encuesta realizada por Social Weather Stations mostró que un 60% de los filipinos no pensaban que la candidatura de Duterte como vicepresidente respetara la esencia de la Constitución.

Violenta guerra contra el narcotráfico

Duterte tampoco se ha pronunciado sobre quién apoyará como sucesor, aunque muchos estiman que sea su hija Sara, quien previsiblemente lo proteja de cargos criminales ante la investigación de la Corte Penal Internacional (CPI) por su violenta guerra contra el narcotráfico.

Las últimas cifras oficiales informan de al menos 6.181 muertos y más de 200.000 operaciones antidroga en el archipiélago asiático desde 2016, pero los activistas de derechos humanos estiman que los números reales son muy superiores.

Su hija se presentará a las elecciones presidenciales filipinas de 2022

Su hija, Sara Duterte-Carpio, se presentará a las elecciones presidenciales de 2022, según recoge la cadena local ABS-CBN, a pesar de que anteriormente ambos habían negado esa posibilidad.

Las declaraciones se han producido cuando Duterte, al salir de un hotel, ha sido abordado por un periodista preguntándole sobre la posibilidad de que Duterte-Carpio se presente a las elecciones en tándem con el senador Christopher Go, estrecho colaborador del mandatario.

Go ya ha presentado su candidatura a la vicepresidencia, pero todavía no está claro que Duterte-Carpio haga lo propio para la presidencia, ya que ella misma ha negado esa posibilidad en varias ocasiones.

"Acordamos que solo uno de los dos se presentaría", declaró la política filipina, que actualmente sirve de alcaldesa de la localidad de Davao, puesto para el que busca la reelección.

La portavoz de la alcaldía de Davao, Christina García Frasco, no ha querido comentar las palabras de Duterte, según ha asegurado la cadena ABS-CBN.

Además de la hija de Duterte, si confirma su candidatura, aspiran a la presidencia Ferdinand "Bongbong" Marcos, hijo del exdictador del mismo nombre, el exboxeador Manny Pacquiao o el exactor y alcalde de Manila, Francisco Domagoso, conocido como Isko Moreno, además de otras celebridades televisivas, e incluso un preso.

Ante los filipinos se abren siete largos y ruidosos meses de campaña electoral, aunque la pobreza económica y la pandemia pueden minar el ambiente festivo en esta ocasión.

Las campañas electorales en esta caótica democracia son verdaderos espectáculos. Los candidatos suelen invitar a celebridades a sus mitines y, en lugar de explicar sus políticas, deben mostrar su carisma, cantar o bailar. La política filipina está dominada por poderosos clanes que copan todos los niveles de la Administración ante la ausencia de un sistema de partidos fuerte.