Resultados electorales

En busca de una mayoría sólida que dé estabilidad

Si en las dos primeras votaciones no consigue la mayoría absoluta, en la tercera basta con la mayoría simple

Un hombre deposita su voto en la urna, en un colegio electoral de Berlín.

Un hombre deposita su voto en la urna, en un colegio electoral de Berlín. / Efe

Andreu Jerez

Andreu Jerez

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El resultado de las elecciones alemanas del pasado domingo envía un mensaje claro a los representantes políticos del país: la ciudadanía quiere que los partidos negocien una coalición. Ninguno de ellos se ha acercado siquiera a una mayoría, por lo que será necesario muy probablemente un tripartito

Las negociaciones ya han comenzado. No es necesario que el presidente federal de Alemania, es decir, el jefe del Estado alemán, otorgue a un mandato a los partidos para que estos exploren conversaciones para conformar un gobierno. El presidente observa la evolución del juego político y se va comunicando con los líderes de las diferentes formaciones. 

Cuando hay una suma clara de partidos, el presidente federal propone al candidato o candidata a canciller ante el Bundestag. La constitución alemana establece que este no tiene que ser diputado. Puede ser, por tanto, una figura de consenso entre los partidos sin mandato parlamentario. Para su elección por el Bundestag, el candidato o la candidata debe contar con el apoyo de al menos un cuarto de los diputados y conseguir la mayoría absoluta de los votos (más de la mitad). 

Si en las dos primeras votaciones no consigue la mayoría absoluta, en la tercera basta con la mayoría simple. En la práctica, sin embargo, esto no suele ocurrir porque los partidos que quieren gobernar Alemania, pretenden hacerlo con mayorías sólidas que ofrezcan estabilidad, una de las grandes obsesiones políticas del país.