Muere al menos un palestino y varios quedan heridos en enfrentamientos con militares israelíes

Al menos una persona ha muerto mientras que otras 17 han resultado heridas este viernes tras los enfrentamientos registrados en la ciudad de Beita, en Cisjordania, entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes. Así lo ha confirmado el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina, que ha indicado que el joven que ha muerto era Mohamed Jaibesa, un residente de 27 años de Beita. El joven ha sido disparado en la cabeza, tras lo que ha sido evacuado al Hospital Al Najah, donde ha muerto a raíz de sus heridas, informa 'Times of Israel'.

Las fuerzas israelíes han disparado balas y gas lacrimógeno, según la agencia palestina WAFA, mientras que el Ejército de Israel ha refutado las acusaciones asegurando que las fuerzas han respondido a enfrentamientos violentos cerca del puesto de avanzada de Eviatar, donde cientos de palestinos se han congregado, algunos de los cuales han quemado neumáticos y lanzado piedras contra los agentes. Además, las fuerzas de seguridad de Israel han confirmado que han recibido la información sobre la muerte del joven y que han iniciado una investigación para determinar las causas de su muerte. Otras ocho personas han sido detenidas durante los disturbios de este viernes, mientras que 46 personas han denunciado problemas respiratorios tras el uso de gas lacrimógeno.

Durante los últimos meses los vecinos de Beita han estado protestando en la vecina Eviatar tras la instalación de un puesto de avanzada en lo que aseguran que es territorio palestino. También este viernes se han registrado enfrentamientos en diferentes partes de Cisjordania, según WAFA, que ha citado protestas en la aldea Kafr Qaddoum, Birin, Susiya, Deir al Hatb, entre otras.

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Precisamente este viernes, ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha instado al secretario general de la ONU, António Guterres, a convocar una conferencia de paz para hablar de la situación en Oriente Próximo y ha dado a Israel un año de plazo para redefinir las fronteras de los hipotéticos dos Estados, basadas en los repartos previos a la guerra de 1967.