Camino de las urnas

La socialdemocracia alemana vuelve a luchar por la cancillería

El candidato del SPD, Olaf Scholz, enarbola la carta de la estabilidad para tratar de suceder a Merkel

scholz

scholz / Ina Fassbender / AFP

Andreu Jerez

Andreu Jerez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Si los alemanes quieren votar conservador en esta elección, entonces deben hacerlo por el SPD", dice Andreas Bauswesein, alcalde socialdemócrata de Erfurt, capital del pequeño, pero políticamente relevante estado federado de Turingia, en el este del país. Bauswesein sabe lo que es ganar elecciones: lleva siendo alcalde de Erfurt desde el 2006 y como expresidente de la federación regional del SPD, conoce bien los entresijos de su partido.

La argumentación del político local se basa en la siguiente argumentación: que el SPD lidere desde hace semanas las encuestas para las elecciones federales del próximo domingo no responde tanto a una decisión del electorado en favor del programa de su partido, sino a un voto de confianza por “lo conocido”.

El candidato socialdemócrata, Olaf Scholz, es un político de larga trayectoria que se ha labrado una imagen de gestor fiable y eficaz a la sombra del indiscutible liderazgo de Angela Merkel. Scholz es ministro federal de Finanzas y vicencanciller desde el 2018 en la tercera Gran Coalición (conservadores y socialdemócratas) de la era Merkel que ya tocan a su fin. El adiós político de la canciller comienza a notarse en el tablero político alemán incluso antes de su marcha. Y el gran beneficiado se llama Scholz.

Crisis irresuelta del SPD

El actual liderazgo socialdemócrata en las encuestas podría generar el espejismo de que el SPD ha solucionado su crisis de identidad y existencial que arrastra desde hace años. Nada más lejos de la realidad: si el SPD acaba ganando los comicios del próximo domingo, muy probablemente lo hará con un resultado alejado del 30% de los votos y a pocos puntos de la unión conservadora de la CDU-CSU, que también sufre una seria crisis de liderazgo con la marcha de Merkel.

Se podría decir, por tanto, que Scholz podría convertirse en el próximo canciller federal de Alemania a pesar de su partido, que sigue falto de credibilidad ante el electorado alemán. El candidato socialdemócrata goza, por contra, de los mejores niveles de popularidad entre las figuras que arrancaron la campaña con la posibilidad de alcanzar la cancillería, una trena que se completa con el democristiano Armin Laschet y la verde Annalena Baerbock.

Esa solidez de Scholz – el candidato más merkeliano de los tres – ha devuelto al SPD a la lucha por la cancillería, cuando las encuestas y los analistas lo descartaban hace apenas tres meses. El vicecanciller ofrece un perfil sin carisma, aburrido y que promete pocas sorpresas en la gestión del país. Esas son las condiciones ideales para una transición sin sobresaltos hacia el postmerkelismo. Un país predominantemente conservador como Alemania aborrece la incertidumbre.

Errores y escándalos

Pero el perfil merkeliano de Scholz no es la única razón del retorno socialdemócrata a la pelea por ocupar la cancillería federal. Los errores cometidos por el democristiano Laschet – que ha dilapidado 10 puntos intención de voto en la fase clave de campaña – y por la ecoliberal Baerbock – que también ha tenido que enfrentar una campaña de desgaste público protagonizada por medios conservadores – ha dejado vía libre a Scholz, cuyo equipo ha apostado por una estrategia defensiva para evitar errores innecesarios.

El flanco más débil del candidato socialdemócrata son los diversos escándalos registrados en el ministerio federal de Finanzas a lo largo de los últimos años: el caso Cum-Ex – que apunta a la pérdida de miles de millones de euros en impuestos por las arcas del Estado alemán a causa de la ingeniería financiera de grandes empresas – y el de Wirecard ­– el hundimiento de una empresa alemana de pagos digitales que ha dejado un agujero de varios miles de millones de euros – señalan a Scholz al menos como responsable político.

Esta semana incluso acudió a declarar ante la comisión parlamentaria de Finanzas del Bundestag, una foto que intentó evitar pero que acabó asumiendo. Los escándalos que ensombrecen la gestión de Scholz no parecen tener gran impacto en la intención de voto del SPD, que sigue manteniendo una distancia que ronda entre los los dos y tres puntos sobre la CDU-CSU.

La victoria en las urnas no asegura, sin embargo, a la socialdemocracia liderar el próximo gobierno federal, como reconocía esta misma semana Norbert Walter-Borjans, copresidente del SPD, perteneciente a su ala izquierdista. Incluso perdiendo con el previsible peor resultado de la historia de la CDU-CSU, Laschet podría tratar de salvar los muebles formando una Coalición Jamaica con Los Verdes y los liberales del FDP.

Las últimas encuestas reafirman el liderazgo del SPD

El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) está llamado a obtener el mayor porcentaje de votos en las elecciones generales del domingo, aunque la distancia que le separa de los conservadores de la CDU/CSU se reduce, según nuevos sondeos conocidos este jueves.

Los datos del semanario Der Spiegel, basados en el sondeo del instituto demoscópico Civey, dan al SPD y a su candidato a la cancillería, Olaf Scholz, un 25 % de los sufragios, mientras que los conservadores, cuyo candidato es Armin Laschet, obtendrían un 23 %.

Los Verdes logran en ese sondeo un 15 % de los votos, seguidos del 12 % de los liberales del FDP y del 10 % de la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD). La Izquierda alcanzaría un 6 %.

El semanario valora sobre ese sondeo que los resultados "son tan estrechos que no se puede dar un claro ganador" para los comicios legislativos del día 26. La revista añade que todavía quedan cuatro días para la votación y hay muchos votantes indecisos, lo que podría afectar al resultado final si se atiende a las tendencias observadas en procesos electorales anteriores.

Otro sondeo, elaborado por el Instituto Kantar para el semanario Focus, amplía la ventaja del SPD, al que atribuye una intención de voto del 25 %, aunque pierde un punto porcentual respecto a la encuesta anterior de la misma empresa.

Estos últimos sondeos se conocen antes de los actos de cierre de campaña de los candidatos. Todos ellos tienen previsto participar este jueves por la noche en el último debate organizado por los canales públicos ARD y ZDF.

 

Suscríbete para seguir leyendo