Elecciones en Alemania

El SPD alemán consolida su liderazgo en las encuestas

El nuevo Parlamento alemán estará marcado por la fragmentación

El candidato a canciller da un discurso ante el Parlamento alemán.

El candidato a canciller da un discurso ante el Parlamento alemán. / Clemens Bilan / Pool / EFE

Andreu Jerez

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A dos semanas de las elecciones federales, una tendencia impensable hace tan solo unos meses se ha consolidado en todas las encuestas en Alemania: los socialdemócratas del SPD, con su candidato a canciller Olaf Scholz a la cabeza, lideran cómodamente las proyecciones por delante de la unión conservadora de la CDU-CSU, de Armin Laschet, y de los ecoliberales de Los Verdes, de Annalena Baerbock.

Una media de las encuestas realizadas desde el pasado fin de semana da la siguiente aritmética: el SPD se mueve entre el 25 y el 27% de los votos; en segundo lugar, aparecen los conservadores de la CDU-CSU con una horquilla de entre el 19 y el 25%; en tercer lugar, y ya prácticamente fuera de la carrera por la victoria electoral, los ecoliberales de Los Verdes con una intención de voto que oscila entre el 15 y el 17%. Cerrarían el Parlamento federal los liberal-conservadores del FDP (9,5 - 13%), la ultraderecha de Alternativa para Alemania (11 - 12%) y la coalición de poscomunistas y exsocialdemócratas de La Izquierda (6%).

En esta ocasión, también llama la atención que la columna que reúne el voto de otros partidos –aquellos que no superan el 3% ni si acercan al umbral 5% necesario para entrar en el Bundestag– es especialmente relevante: algunas encuestas otorgan hasta un 10% de intención a todos esos pequeños partidos juntos.

Juego de coaliciones

En todo caso, este panorama electoral dejará un arco parlamentario marcado por la fragmentación y por el empequeñecimiento de las dos grandes fuerzas tradicionales de la República Federal (CDU-CSU y SPD), que ya son incapaces superar el 30% de los votos que les permita apoyarse en solo un partido para formar gobiernos solidos. El próximo Gobierno federal alemán será, salvo sorpresa, un tripartito por primera vez en la historia.

El juego de coaliciones es así enorme y se prevé negociaciones duras tras las elecciones que pueden durar meses. Si se consuma la victoria socialdemócrata que proyectan las encuestas, y con las actuales proyecciones, el SPD podrá elegir entre: una coalición con Los Verdes y el FDP (llamada “Coalición Semáforo”, por los colores de los partidos), un tripartito de centro-izquierda con Los Verdes y La Izquierda, o incluso una Gran Coalición con la CDU- CSU ampliada con el FDP.

Al candidato democristiano, Armin Laschet, –con unos índices de popularidad por los suelos– le quedaría la opción de convertirse en canciller con el apoyo de Los Verdes y los liberales del FDP (“Coalición Jamaica”, por la similitud con los colores de la bandera de ese país), incluso si es incapaz ganar las elecciones.