Dos décadas de una tragedia

¿Qué pasó el 11 de septiembre de 2001? Los datos clave de los atentados del 11-S

La reconstrucción de Nueva York tras el 11-S

Los ataques suicidas contra las torres gemelas y el Pentágono asestaron un golpe directo al corazón de EEUU y abrieron una nueva era de intervencionismo militar, terrorismo, paranoia y violación de los derechos civiles en nombre de la seguridad

HIJACKED UNITED AIRLINES FLIGHT 175 FLIES TOWARD WORLD TRADE CENTER SOUTH TOWER

HIJACKED UNITED AIRLINES FLIGHT 175 FLIES TOWARD WORLD TRADE CENTER SOUTH TOWER / STR

Carles Planas Bou

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Todos recordamos qué estábamos haciendo el 11 de septiembre de 2001. Aquel día millones de personas dejaron de lado sus planes para quedarse, aterrorizados, enganchados ante lo que más tarde fue descrito como el mayor espectáculo emitido nunca en televisión. Al otro lado de la pantalla el mundo ardía. Las imágenes de Nueva York sepultada bajo columnas de humo y ruina hacían presagiar el colapso de la civilización occidental. Aquel día cambió el mundo.

La retransmisión en directo de esa tragedia quedó grabada a fuego en el imaginario colectivo. Los atentados terroristas del 11-S alteraron el curso de la Historia incluso para aquellos que, como los miembros de la Generación Z (1995-2005), no habían nacido o eran demasiado pequeños para comprender la trascendencia de lo que parecía una pesadilla.

A continuación detallamos las claves de lo que sucedió el 11 de septiembre de 2001, quiénes fueron sus protagonistas, cómo se llegó hasta allí y cuáles fueron sus consecuencias.

¿Cuáles fueron los antecedentes de los atentados?

A lo largo de las últimos 70 años Estados Unidos ha visto como de cada acción militar en el extranjero nacía una reacción tan indeseada como devastadora. Así, el 11-S no puede entenderse sin la Guerra Fría, ese juego de equilibrios por la hegemonía geopolítica que Washington y Moscú se disputaban en territorio ajeno. Uno de esos escenarios fue Afganistán. Para contrarrestar la invasión rusa de Afganistán, la CIA financió con dinero y armas a los guerrilleros islámicos muyahidines.

Entre ellos estaba el multimillonario saudí Osama bin Laden, que en 1988 fundó la organización terrorista Al Qaeda para expulsar a los soviéticos. Tras el colapso del bloque comunista, el grupo yihadista se alió con los talibanes y apuntó su mirilla hacia EEUU y las potencias occidentales, odiadas por su liberalismo secular, su apoyo a Israel y su intervencionismo militar en el mundo árabe. En 1993 los terroristas perpetraron un atentado con bomba en el World Trade Center de Nueva York que causó seis muertes y más de un millar de heridos. En 1998, Al Qaeda mató a 213 personas e hirió a casi 5.500 más en un doble atentado contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania. La masacre situó a Bin Laden, antiguo colaborador, en la lista de los diez terroristas más buscados por el FBI.

George Bush, en el momento en que un asesor le informa del atentado contra las Torres Gemelas, el 11 de septiembre del 2001.

George Bush, en el momento en que un asesor le informa del atentado contra las Torres Gemelas, el 11 de septiembre del 2001. / WIN MCNAMEE

¿Quiénes fueron los protagonistas del 11-S?

Osama Bin Laden

Nacido en Riad el 10 de marzo de 1957 en el seno de una acaudalada familia de la élite económica saudí, Osama bin Laden cambió su acomodada vida para librar una “guerra santa” contra la intervención occidental en el mundo árabe. Adoctrinado en la imposición violenta de la Sharia, la rígida interpretación de la ley islámica, la invasión soviética de Afganistán fue el inicio de su periplo como guerrillero. Antes, durante casi una década fue entrenado y financiado por la CIA hasta convertirse en un líder y estratega paramilitar. Con 31 años fundó Al Qaeda y puso en marcha acciones terroristas por todo el mundo, garantizando su nombre en la lista de los más buscados por Washington. Distanciado de las autoridades saudís por su colaboracionismo con Estados Unidos, Bin Laden se refugió en Sudán y posteriormente en Afganistán, desde donde entrenó a sus seguidores y planificó el 11-S. Los atentados lo convirtieron en una encarnación icónica del mal equiparable a Adolf Hitler y, entre sus fieles, lo encumbraron como una deidad mesiánica. Tras desencadenar la Guerra de Afganistán, Bin Laden se refugió en las montañas de Pakistán, donde permaneció oculto durante años. El 1 de mayo de 2011, el presidente estadounidense Barack Obama anunció la muerte del dirigente terrorista en una acción militar secreta aún envuelta de misterio.

George W. Bush

Nacido en New Haven el 6 de julio de 1946, George W. Bush forma parte de una de las principales dinastías políticas de Estados Unidos. Primogénito del expresidente George H. W. Bush, se graduó en Yale y Harvard, trabajó en el sector petrolero y en 1994 dio el salto a la política ganando las elecciones a gobernador de Tejas. En 2001 se convirtió en presidente de EEUU tras vencer al demócrata Al Gore en un ajustado resultado sobre el que pesaron acusaciones de fraude. Su vida política estuvo marcada por los atentados del 11-S, perpetrados al inicio de su primer mandato por un viejo conocido de su padre, Osama bin Laden. Durante sus años como presidente y como vicepresidente al lado de Ronald Reagan, el líder terrorista pasó de ser financiado al más buscado. Tras el 11-S, Bush declaró la llamada “guerra contra el terror” que llevó a EEUU a invadir Afganistán y, más tarde, a invadir Irak para derrocar el régimen de Saddam Hussein, bajo el falso pretexto de la eliminación de las armas de destrucción masiva. Su presidencia también estuvo marcada por el inicio de la crisis económica de 2008, el desastre del huracán Katrina, el creciente rechazo internacional a EEUU y la aprobación de la Ley Patriótica, que restringió libertades civiles y abrió la puerta a las campañas masivas de espionaje sobre sus ciudadanos.

Mohamed Atta

Nacido en Egipto el 1 de septiembre de 1968, Mohamed Atta pasará a la historia por ser el principal cabecilla de los terroristas que perpetraron los atentados del 11-S y piloto del primer avión secuestrado que se abalanzó sobre las torres gemelas. Criado en una familia creyente, Atta se radicalizó durante su estada como estudiante en Alemania, donde formó parte de la llamada Célula de Hamburgo, un grupo de jóvenes islamistas radicales que terminarían siendo reclutados por Al Qaeda en su misión suicida. El verano del 2000 se instaló en EEUU para preparar su formación como piloto y dos meses antes de los ataques se reunió en España para su última fase de planeación.

Vista aérea de la isla de Manhattan envuelta en humo y cenizas después del atentado contra el World Trade Center.

Vista aérea de la isla de Manhattan tras los atentados contra el World Trade Center. / GREG SEMENDINGER

¿Cuánta gente murió en el 11-S?

La mañana del 11 de septiembre de 2021 el grupo yihadista Al Qaeda lanzó una serie de cuatro atentados terroristas en Estados Unidos que causaron la muerte de al menos 2.996 personas y más de 25.000 heridos, según los recuentos oficiales.

Los hechos, hora a hora

Para orquestar la masacre, los integristas se dividieron en grupos para secuestrar cuatro aviones comerciales que posteriormente usarían como arma para impactar contra objetivos clave como el World Trade Center, que quedó completamente destruido, o el Pentágono. Se calcula que la destrucción sembrada por estos ataques suicidas causó más de 10.000 millones de dólares en pérdidas económicas.

Ataque contra la torre norte (08:45h)

El primero de los aviones secuestrados, el vuelo 11 de American Airlines, despegó esa mañana desde Boston, Massachusetts, con la intención de aterrizar en Los Ángeles, California. Durante los primeros 15 minutos del vuelo los cinco miembros de Al Qaeda que se habían infiltrado como pasajeros asesinaron a cinco personas, entre ellos al piloto y copiloto. Mohamed Atta tomó el control de la nave y la redirigió para estrellarla, a las 8:45 horas de la mañana, contra la Torre norte del World Trade Center. En el impacto murieron instantáneamente los 92 pasajeros del avión así como cientos de personas que se encontraban trabajando en los rascacielos. Otras 1.600 quedaron atrapadas y terminaron falleciendo cuando, 102 minutos después, las llamas hicieron colapsar completamente el edificio. El avión viajaba a 750 km/h y albergaba unos 38.000 litros de combustible.

Ataque contra la torre sur (09:02h)

Tras el impacto del primer avión se especuló sobre la posibilidad de que se tratase de un accidente. Esa hipótesis fue descartada de la forma más cruel: con un segundo impacto. El vuelo 175 de United Airlines también viajaba de Boston a Los Ángeles, pero pocos minutos después. Los cinco terroristas que viajaban a bordo tomaron el control. Aunque casi colisiona con otro avión, los yihadistas lograron redirigir la nave hasta impactar en la torre sur del WTC a las 9:02 horas. Los 65 pasajeros y otras 900 personas fallecieron tras la colisión. Tras 56 minutos en llamas, el rascacielos de derrumbó.

Ataque contra el Pentágono (09:37h)

El plan terrorista de Al Qaeda iba más allá de Nueva York. Tras asestar un sangriento golpe al corazón del capitalismo estadounidense, los terroristas atacaron su epicentro militar. Cinco miembros del grupo se infiltraron y secuestraron en vuelo 77 de American Airlines, que viajaba de Washington DC a Los Ángeles, para hacerlo estallar contra la cara occidental del Pentágono, sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Murieron los 64 pasajeros y otras 125 personas, civiles y militares, que se encontraban en el edificio.

Ataque fallido contra el Capitolio (10:03h)

Tras el corazón económico y el militar, Al Qaeda buscaba culminar su misión asestando un golpe mortal contra el Capitolio, sede de la democracia estadounidense. El vuelo 93 del United Airlines, que volaba de Nueva Jersey a San Francisco, fue secuestrado por cuatro integrantes del grupo terrorista. Decenas de pasajeros y azafatas se rebelaron contra el secuestro e intentaron tomar el control de la aeronave. Atrincherados en la cabina, los integristas optaron por estrellar el avión. Alrededor de las 10:03 de la mañana, el vuelo impactó contra un campo en Sanksville, a más de 200 kilómetros del Capitolio. La resistencia de los pasajeros evitó una catástrofe de consecuencias imprevisibles.

En el plan final de Al Qaeda figuró un quinto atentado que nunca llegó a producirse. Los terroristas planearon el secuestro de un avión cuyo objetivo debía ser la Casa Blanca, que asestaría la estocada final contra EEUU. El terrorista que iba a liderar ese ataque, Zacarias Moussaoui, fue detenido fortuitamente por cargos de inmigración irregular.

Imagen de la prisión de Guantánamo, en enero del 2002.

Presos de la cárcel Guantánamo, donde EEUU torturó a presos acusados de terrorismo. / STR

¿Qué consecuencias tuvieron los atentados?

Como un movimiento sísmico y sus sucesivas réplicas, los atentados del 11-S cambiaron el mundo en múltiples frentes. EEUU invadió Afganistán e Irak —este último bajo falsos pretextos— que terminaron en un fracaso total . Cientos de miles de personas murieron en dos guerras que, tras dos décadas, han fracturado a ambos países, desestabilizado sus respectivas regiones y alimentado tanto los éxodos forzados y crisis humanitarias, además de a aparición de grupos terroristas como Estado Islámico (EI) que siguen los pasos de Al Qaeda.

Más allá del plano internacional, el 11-S también tuvo otras consecuencias. El informe de la comisión de investigación de los atentados publicado en julio del 2004 estableció que el FBI y la CIA habían fallado al detectar y neutralizar la amenaza yihadista. El trauma de ese día alteró para siempre las medidas de seguridad en los aeropuertos y sirvió como pretexto para que Washington impulsase una serie de restrictivas leyes que dieron un poder sin precedentes a las agencias del país para crear un sistema de vigilancia orwelliano bajo el que se espía de forma indiscriminada tanto a sus ciudadanos como a extranjeros y que avala la tortura o la detención indefinida de los presos de Guantánamo. El 11-S abrió una nueva era en la que las libertades civiles han quedado sepultadas bajo la palabra seguridad.

Suscríbete para seguir leyendo