Con dron

EEUU lanza un ataque con dron y mata a "múltiples terroristas suicidas" que pretendían atentar en Kabul

La operación aérea hizo estallar un vehículo que podría ir cargado de material explosivo

Al menos un muerto en otro ataque con cohetes cerca del aeropuerto de la capital afgana

Al menos un muerto tras una explosión cerca del aeropuerto de Kabul

Carles Planas Bou

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La violencia y la inestabilidad siguen protagonizando las últimas horas de la evacuación aliada de Afganistán. Este domingo se ha producido una nueva explosión cerca del aeropuerto de Kabul después que un ataque con cohetes haya impactado en una vivienda en la zona residencial de Khajeh Baghra. La detonación de los proyectiles ha matado a al menos un menor de edad, según ha confirmado la policía afgana en declaraciones a Associated Press. Otras informaciones apuntan a que habría cinco víctimas, tres de ellos niños. EEUU lanzó también otro ataque con drones y, según el Pentágono, evitó un nuevo atentado cerca del aeródromo.

El ataque se produce tres días después del atentado terrorista en el aeródromo de la capital afgana, que mató a 170 personas e hirió a otras 15 y que fue reivindicado por el grupo Estado Islámico en Jorasán (ISIS-K). La masacre se produjo mientras los países occidentales estaban completando sus operaciones de evacuación.

Estados Unidos ha respondido a esa nueva explosión lanzando una operación aérea con drones en la que se ha asesinado a "múltiples terroristas suicidas" que, según el Pentágono, suponían una "amenaza inminente", pues se dirigían en un vehículo hacia el aeropuerto de la capital afgana para seguir sembrando el caos. El operativo militar estadounidense ha producido "importantes explosiones secundarias", lo que indicaría que el vehículo iba cargado con una cantidad sustancial de material explosivo.

Como ya hizo en su etapa como vicepresidente al lado de Barack Obama, el presidente Joe Biden parece que apostará por la vía aérea para neutralizar el avance del ISIS-K y sus acciones terroristas contra objetivos occidentales. Sin embargo, aún no hay informaciones oficiales que confirmen que el ataque con cohetes y los terroristas abatidos posteriormente por el ejército estadounidense están correlacionados.

Advertencia de EEUU

Tras el atentado en el aeropuerto de Kabul del pasado jueves, Biden ya advirtió que era "muy probable" que se produjese un nuevo ataque terrorista inminente, lo que forzó la aceleración de las maniobras de evacuación de las potencias aliadas, que en los últimos tres días han sellado su salida definitiva del país tras casi dos décadas de guerra.

Este domingo, el presidente ha vuelto a advertir de la "alta probabilidad" de que se cometa otro atentado en las próximas 24 o 36 horas. Su asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, ha asegurado que Washington seguirá trabajando con los talibanes para garantizar que quienes deseen abandonar Afganistán puedan seguir haciéndolo a partir de la fecha límite del 31 de agosto. Sullivan también ha confirmado que EEUU no tendrá una embajada en el nuevo régimen yihadista, pero que estudiará otros "ataques" contra ISIS-K, probablemente con drones: "Estados Unidos es capaz de suprimir la amenaza terrorista en Afganistán sin una presencia militar permanente sobre el terreno".

Sigue la evacuación

Este incremento de la inestabilidad de Kabul llega en las últimas horas de la retirada occidental, que tiene hasta el martes 31 de agosto como fecha límite para salir del país. Más de 117.000 personas han sido evacuadas por las fuerzas aliadas desde que el pasado 15 de agosto los talibanes se hiciesen con el control militar de la capital, lo que supone la mayor operación de rescate aéreo de la historia.

A pesar de este importante esfuerzo de coordinación para rescatar y evacuar a cuerpos diplomáticos, empleados de organizaciones humanitarias, militares y colaboradores afganos, las maniobras también han dejado a gente atrás. Aliados como Alemania, el Reino Unido o los Países Bajos han dado por finalizadas sus operaciones de repatriación en los últimos días sin incluir a algunos de sus ciudadanos o a afganos que, durante años, colaboraron con ellos.

Salidas tras el 31 de agosto

A partir del 1 de septiembre los talibanes pasarán a controlar el aeropuerto de Kabul, una infraestructura clave que prometieron mantener abierta para los vuelos comerciales. Un centenar de gobiernos de todo el mundo -entre ellos EEUU, España, Alemania, Francia y la OTAN- han comunicado haber recibido garantías de los talibanes de que los ciudadanos afganos que quieran salir el país a partir de entonces contarán con un pase seguro para poder hacerlo en avión.

El atentado del jueves y las constantes tensiones por las acciones terroristas de ISIS-K hacen tambalear la estrategia talibán, que busca una transición pacífica del poder para integrar un Gobierno que integre a líderes de las distintas tribus y etnias del país. Este domingo, la rama afgana de Estado Islámico ha comunicado que reanudará sus operaciones terroristas en Afganistán tras la salida completa de las tropas aliadas y ha ratificado a los talibanes como sus enemigos. El ejército de Pakistán, por otro lado, ha informado de la muerte de dos de sus soldados, abatidos en la frontera afgana por disparos de militantes no identificados. Se trata del primer incidente en la región pakistaní de Bajaur desde la llegada talibán al poder.