Drama humanitario

Carrera contra reloj para sacar de Afganistán a la activista Nilofar Ayoubi

La catalana Laia Marsal consigue que la mujer y su familia salgan del país y sean acogidos como refugiados en Polonia

Nilofar Ayoubi

Nilofar Ayoubi / Nilofar Ayoubi

Judit Bertran

Judit Bertran

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A veces, un simple mensaje puede cambiar el rumbo de la vida de alguien, incluso salvar vidas -en este caso cinco-. "¿Te puedo ayudar de alguna manera?", le preguntó Laia Marsal, experta en comunicación y marketing del sector cultural y del entretenimiento, por Twitter a la activista afgana Nilofar Ayoubi, que intentaba escapar de los talibanes a toda costa. "Sí, ayúdame a rellenar y enviar documentos para irme de aquí", le respondió.

Laia Marsal conoció a Nilofar Ayoubi por un tuit de la activista afgana en el que explicaba que la estaban persiguiendo, y que no sabía qué más hacer para sobrevivir: "Ahora mismo tengo sentimientos de ira, miedo, frustración y decepción, todos a la vez". Entonces, Marsal se marcó un objetivo: ayudarla cómo fuese. Así, empezó a hablar con ella de manera diaria para informarse de cómo podía conseguir que huyera del país, ya que ahí no estaba a salvo porque estaba en la lista de buscados por los talibanes.

¿Quién es Nilofar Ayoubi?

Se trata de una de las miles de mujeres afganas que, bajo el régimen de los talibanes, su vida ha cambiado drásticamente. Ayoubi es una activista feminista, defensora de los derechos de las mujeres, que ha trabajado como formadora de género y profesora de inglés. También es cofundadora de AGAT (Equipo de Animación de Mujeres Afganas) y propietaria de la marca internacional de productos de salud y belleza Forever Living.

Esta última semana ha estado atrapada en Kabul junto a su marido y sus tres hijos -de 3 y 5 años y de 11 meses- y ha recibido varias amenazas de los talibanes, que han ido a buscarla a su oficina y a su casa al menos tres veces en 24 horas.

Ayuda internacional

La mujer afgana le explicó a Laia Marsal que no tenía mucha conexión a internet, ya que los talibanes a veces se la cortaban para que no pudieran comunicarse. Entonces, le pidió ayuda para rellenar formularios y papeles para que pudiera huir al país que fuera lo antes posible. "Ella me enviaba todos sus documentos, pasaportes y yo me encargaba de enviarlos a los ministerios de los diferentes gobiernos", explica la catalana a EL PERIÓDICO. "He llegado a rellenar información suya y, mientras ella respondía, me explicaba que estaban disparando".

También, Marsal reconoce que ha realizado múltiples formularios para ayudarla a salir del país: desde Polonia hasta Australia. "Y no son precisamente cortos: el de Australia tiene 68 páginas. Hasta le pedí ayuda a mi hija, que sabe más inglés que yo".

"Es un proceso muy largo", destaca la catalana, ya que se tiene que pasar el control de antiterrorismo y tiene que demostrar su estatus. Por lo tanto, se tienen que hacer diferentes peticiones y demostrar que los refugiados pueden trabajar.

Complicaciones para cooperar

"Es un caos de desinformación", afirma Laia Marsal, al tiempo que reconoce que al principio no sabía por dónde empezar para ayudarla. Pero, con el tiempo consiguió contactar con abogados -que sabían mucho sobre el tema- que la pudieron ayudar, y con periodistas internacionales que asimismo estaban contribuyendo. Y, también existen cuentas y grupos en Twitter que están intentando echar una mano. "No sabía que era tan complicado salir de un país en estado de guerra", recalca Marsal, "ella [Nilofar Ayoubi] solo quiere volver a ser una mujer independiente".

Pero, en todo caso, la catalana subraya que "si no tienes móvil allí, estás vendido" porque "no es nada fácil salir". "Nadie te acompaña a la puerta para salir, son los talibanes los que deciden quién sí y quién no."

Hasta tres intentos

Después de muchos trámites y llamadas, aceptaron a Nilofar Ayoubi en la lista de Polonia. Tentando a la suerte con el cambio de nombre en la lista de admisión -porque se adopta un nombre clave cuando se entra-, Marsal pensaba que había conseguido ayudarla a salir, pero cuando llegó el momento, después de estar ocho horas al sol, los talibanes negaron la salida a la familia afgana, ya que reconocieron a Ayoubi. "En ese momento Nilofar desapareció, yo llamé a Estados Unidos y a Alemania para que me ayudaran a encontrarla, y al cabo de un tiempo la localizaron: no había podido salir del país y estaba en su casa".

Nilofar Ayoubi en el aeropuerto de Kabul

Nilofar Ayoubi en el aeropuerto de Kabul / Nilofar Ayoubi

Lo intentaron una segunda vez, pero sin éxito. Pero el pasado domingo, en un tercer intento, la activista afgana -junto a su familia- consiguieron montarse en un avión para marcharse a Polonia y, después de hacer cuarentena, les darán el estatus de refugiados.

El lunes, la familia afgana confirmó que se encontraba en un campo de Polonia. Pero la catalana está a la espera de que la puedan trasladar a otra localidad cuanto antes, ya que "la religión es muy diferente allí, y hay bastante racismo", explicaf Marsal.

Nilofar Ayoubi y su familia en Polonia

Nilofar Ayoubi y su familia en Polonia / Nilofar Ayoubi

Salir de Afganistán: una carrera a contrarreloj

Laia Marsal reconoce que esta situación le ha pesado mucho psicológicamente, ya que ha pasado de no ser nadie importante a movilizarse para ayudar a salvar vidas. "La fortaleza que tienen estas mujeres es enorme, y después las criticamos porque llevan un velo, pero nos dan tres patadas a cada una", explica, "No había vivido algo similar en mi vida, es una locura, no hay tiempo". "Ahora ya están a salvo, pero me había hecho a la idea de que podían morir", añade.

"Ahora es una carrera de fondo, no hay suficientes aviones para toda la gente que quiere huir", sostiene Marsal. "Nunca pensaba que vería el infierno, pero te aseguro que lo he visto", concluye.

Más vidas a salvar

Pero la historia de Nilofar Ayoubi es una entre miles. Hay muchas afganas que se encuentran en la misma situación, como por ejemplo Aisha Ashmad, activista y periodista freelance, a quien están intentando ayudar también.

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