Convulsión política
La renuncia del ministro de Exteriores peruano abre la primera crisis de Gobierno de Castillo
La salida de Héctor Béjar, que solo ha durado 19 días en el cargo, es vista como parte de una ofensiva encabezada por el fujimorismo para acorralar al presidente
El canciller aseguró que "el terrorismo en el Perú lo inició la Armada" con respaldo de la CIA

Manifestaciones en Perú contra Héctor Béjar. /
El presidente de Perú, Pedro Castillo, ha tenido su primera y anunciada crisis de Gobierno antes de que se cumplan tres semanas desde que accedió al cargo. El maestro rural de izquierdas no encontró otra salida que aceptar la dimisión del ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Héctor Béjar. Su caída se tornó inevitable después de que Béjar -que en los años 60 conoció en La Habana a Ernesto Guevara y que tras regresar a su país formó parte de un fallido experimento guevarista- quedara envuelto en una controversia sobre la violencia pasada.
En noviembre, el efímero canciller, un reconocido sociólogo de 85 años, consideró que el "terrorismo" fue iniciado a principios de los años 80 en ese país por "la Marina" antes que por el grupo armado de orientación maoísta Sendero Luminoso, con los atentados contra embarcaciones pesqueras cubanas perpetrados en 1977, mientras gobernaba el general Juan Velasco Alvarado. Las palabras, sacadas de contexto, le vinieron como anillo al dedo a los sectores que ya trabajan dentro y fuera del Congreso para cesar a Castillo. Las instituciones castrenses reaccionaron indignadas. El ministro de Defensa, Walter Ayala, dijo, tras reunirse con Castillo, que Béjar tenía dos alternativas, pedir disculpas o abandonar su cargo. Sucedió lo segundo.
Béjar no estuvo dispuesto a rectificar frente a algo que, había señalado, "se puede demostrar históricamente", como el entrenamiento de los responsables de aquel atentado "por parte de la CIA", hipótesis compartida por parte de la prensa de entonces. Para el canciller saliente, la inteligencia norteamericana también estuvo detrás de la formación de Sendero Luminoso, aunque, en ese caso, reconoció no contar con pruebas que pudieran confirmarlo.
Los años de violencia política han dejado huellas indelebles en la sociedad peruana: de acuerdo con la Comisión de la Verdad, 70.000 personas perdieron la vida durante los años 80. Casi el 50% de ellas, fueron víctimas del senderismo. Durante muchos años, las reclamaciones sociales en Perú fueron clausuradas bajo la acusación de sus patrocinadores de ser "terrucos" (simpatizantes del terrorismo). Castillo y el partido que lo ha erigido, Perú Libre, no ha salido ileso de esas sospechas. El rechazo que genera el primer ministro, Guido Bellido, está relacionado con las denuncias de haber tenido vínculos con remanentes de aquel sanguinario grupo armado que en la actualidad se ha insertado en el negocio del narcotráfico.
Fuertes presiones
En este contexto se produce la salida de Béjar. Días antes, las bancadas conservadoras en el Congreso preparaban una ofensiva en su contra por haber promovido la salida de Perú del grupo regional que, con el liderazgo de Washington, busca acelerar los cambios en Venezuela.
El cerco alrededor de Béjar no es ajeno a los condicionamientos que enfrenta Castillo que, al perder a su ministro, tiene su primera gran derrota. "El ciudadano Béjar puede creer, si gusta, que la tierra es plana (después de todo, obtusos que profesan teorías delirantes y conspiranoicas ha habido y seguirá habiendo en cualquier país donde no impere el pensamiento único), pero al hacerlo como funcionario del Estado termina arrastrando inexorablemente en la vorágine de sus palabras –lo quieran o no en Palacio– al Ejecutivo en pleno", advirtió este martes el diario limeño El Comercio en su editorial.
El fujimorismo entra en escena
Noticias relacionadasMientras tanto, diferentes sectores de la derecha consideraron que los días de tregua han concluido. El Congreso será en breve escenario de una ofensiva, auguró el diario La República. Las agrupaciones que sostuvieron la candidatura de Keiko Fujimori se proponen formar comisiones investigadoras y redoblar las peticiones de interpelación de los ministros de Castillo.
"Con Fuerza Popular a la cabeza, la oposición congresal alista la reescenificación de lo vivido en 2016 frente al Gobierno de (Pedro) Kuczynski. Pero esta vez será peor”, aseguró el influyente periodista César Hildebrant en su portal. Acción Popular, Alianza para el Progreso, Podemos Perú y Avanza País "han aceptado que el fujimorismo lidere la coalición cuyo propósito es tumbarse al régimen más allá de lo que este decida o haga". A diferencia de lo que ocurrió hace cinco años, cuando Fuerza Popular contaba con la bancada más numerosa del Congreso, el fujimorismo ahora necesita del respaldo de las otras formaciones conservadoras como Acción Popular, Alianza para el Progreso (APP), Podemos Perú y Avanza País.
Los partidos políticos representados en el Congreso que nos hemos comprometido a luchar por defender la democracia no podemos quedarnos de brazos cruzados. Es hora de ejercer nuestra función de contrapeso sin dudas ni ningún tipo de cálculo político. (2/3)
— Keiko Fujimori (@KeikoFujimori) 17 de agosto de 2021
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