Debate en Londres

Johnson pide condicionar el reconocimiento del régimen afgano al comportamiento de los talibanes

El primer ministro británico exige que se juzgue a régimen de Kabul "por sus hechos y no por sus palabras"

El Reino Unido anuncia un plan a un plazo demasiado largo, según la oposición, para reasentar en territorio británico a 20.000 refugiados

Boris Johnson.

Boris Johnson. / Archivo

Begoña Arce

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El primer ministro británico, Boris Jonhson, pide que la comunidad internacional se niegue a reconocer al régimen de los talibanes "prematura o bilateralmente" y condicione ese reconocimiento al comportamiento de los insurgentes. "Vamos a juzgar ese régimen en base a las decisiones que tome, por sus actos no por sus palabras, por su actitud con el terrorismo, el crimen organizado, los narcóticos, la ayuda humanitaria y el derecho de las niñas a recibir educación". Johnson había convocado un debate de emergencia en el Parlamento británico, cerrado por vacaciones estivales y reabierto por un día, para analizar la situación que vive Afganistán.

Johnson confirmó el proyecto de un plan británico para admitir 20.000 refugiados afganos, a lo largo de los próximos cinco años. Los primeros 5.000 llegarían en los próximos 12 meses. El esquema es similar al aprobado con la guerra de Siria, pero a juicio de la oposición no responde a la urgencia y los peligros inminentes que acechan a miles de afganos en estos momentos. El diputado laborista, Chris Bryant le preguntó si "los 15.000 restantes se van a quedar en el país esperando a los maten".

En una Cámara de los Comunes repleta por primera vez desde el inicio de la pandemia, Johnson escuchó críticas y ataques de señaladas figuras del Partido Conservador, incluida la exprimera ministra Theresa May por "el catastrófico fallo de los servicios de inteligencia" que permitieron a los "insurgentes que habíamos derrotado en primer lugar", retomar el control de Afganistán. Johnson reconoció que el colapso del país "había ocurrido más rápido de lo esperado". Sin las fuerzas allí de Estados Unidos, subrayó las misiones de otros países de Occidente no podrían continuar.

Décadas de estabilidad

El Reino Unido dio por finalizadas las operaciones militares en 2014, en las que a lo largo de 20 años habían participado 150.000 soldados, de los que 457 perdieron la vida y varios miles resultaron heridos. El primer ministro insistió en que el sacrificio no ha sido en vano. Gracias a ellos, argumentó, Afganistán ha gozado de dos décadas de estabilidad en beneficio de su población y de la lucha contra el terrorismo internacional.

El Gobierno británico, anunció Johnson,  trabaja "contra reloj" en un plan internacional de ayuda humanitaria para "apoyar a la gente en la región",  y pidió a Naciones Unidas "un esfuerzo humanitario" para afrontar la crisis.

Tanto el primer ministro como el titular de Exteriores, Dominic Raab, se hallaban de vacaciones el sábado, a pesar del avance imparable de los talibanes. "No se puede coordinar la respuesta internacional desde la playa", les reprochó el líder laborista, Keir Starmer.