Varios muertos en una protesta contra los talibanes en Afganistán

A menos tres personas han perdido la vida y una docena más han resultado heridas en una protesta contra los talibanes en la ciudad afgana de Jalalabad, no lejos de la frontera con Pakistán. Estas muertes, las primeras de las que se tiene constancia desde la victoria de los insurgentes en el país centroasiático y el colapso del Gobierno apoyado por EEUU, empañan las promesas que han venido realizando en los últimos días los portavoces intentando tranquilizar a la población civil y asegurando que se respetarían los derechos humanos.

Testigos presenciales han asegurado que las muertes se produjeron cuando los residentes intentaron instalar una bandera de Afganistán en una plaza de la localidad. Contactados al respecto, los portavoces talibanes no han respondido a los requerimientos de los periodistas ni ofrecido por el momento explicación alguna. Muchos ciudadanos afganos reaccionan escépticamente a las promesas de que gobernarán sin imponer ningún régimen de terror como en el pasado. "Mi familia vivió bajo los talibanes y quizás quieran cambiar o han cambiado, pero solo el tiempo lo dirá; lo vamos a ver muy pronto", ha declarado a Reuters Ferishta Karimi, que regenta un negocio de ropa para mujeres.

Escenas de caos

Mientras tanto, en el aeropuerto de Kabul continuaban las escenas de caos, con miles de ciudadanos aún intentando desesperadamente tomar alguno de los vuelos de salida del país. "Esto está completamente desbordado", ha admitido un oficial militar occidental. Alrededor de 5.000 diplomáticos, personal de seguridad, trabajadores de oenegés y afganos han sido evacuados hasta ahora, pero aún queda muchísima gente aguardando a subir a algún avión. Las tropas estadounidenses tuvieron que suspender el lunes los vuelos de evacuación debido a que miles de afganos aterrados ocuparon las pistas. Los vuelos se reanudaron el martes. EEUU y el Reino Unido intentarán a partir de ahora incrementar el ritmo de las evacuaciones. Un portavoz del primer ministro, Boris Johnson, ha calculado que en breve su país podría sacar a un millar de personas al día.