Polvorín en Asia central

Dramática evacuación tras la toma de Kabul por los talibanes

Varias personas pierden la vida en el aeródromo de la capital debido a las estampidas de ciudadanos intentando hacerse un hueco en un avión de salida del país

El secretario general de la ONU intenta aunar a la comunidad internacional para presionar a los talibanes, aunque China y Rusia contemporizan con los insurgentes y mantienen sus embajadas

Sigue la última hora sobre la situación que se vive en Afganistán tras la caída de Kabul a manos de los talibanes

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A1-122017828.jpg / WAKIL KOHSAR

El Periódico

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Una marea humana, formada por diplomáticos, ciudadanos extranjeros y afganos temerosos de sufrir represalias a manos de los insurgentes talibanes se ha enseñoreado este lunes del aeropuerto de Kabul, apenas unas horas después de que los insurgentes talibanes se hubieran apoderado de la capital afgana sin apenas realizar un solo disparo. El gentío ocupaba tanto el edificio terminal como las pistas de despegue, protagonizando durante la jornada sobrecogedoras y turbadoras escenas de pánico, difundidas con gran repercusión por las redes sociales. En medio de la desbandada generalizada de la colonia extranjera presente en el país centroasiático, China, Rusia y Turquía se convirtieron en una significativa excepción, y decidieron no evacuar sus legaciones diplomáticas alegando haber recibido garantías de seguridad de parte de los combatientes islámicos.

En uno de los vídeos grabados anónimamente en el aeródromo kabulés se puede ver a cientos de personas corriendo detrás de un avión de transporte militar estadounidense que rodaba por la pista y se disponía a colocarse en posición de despegue. En otra de las cintas difundidas, se ve a cientos de personas aguardando en las pistas y a grupos de hombres jóvenes acercándose a las pasarelas para intentar subir en un avión. Las tropas estadounidenses incluso se han visto obligadas a disparar al aire para intentar controlar a la muchedumbre. "Tenemos mucho miedo de vivir en esta ciudad; intentamos huir de Kabul", ha explicado a France Presse un joven de 25 años que prefería emplear una identidad falsa, Ahmad Sekib. "He leído en Facebook que Canadá acepta a demandantes de asilo de Afganistán", ha continuado.

Al menos siete personas han perdido la vida en el aeródromo durante la evacuación, aunque se desconocían las circunstancias exactas del suceso. Un testigo presencial, que llevaba 20 horas esperando en el aeropuerto a tomar un vuelo de salida, aseguró a Reuters que no sabía si los fallecidos habían muerto como consecuencia de disparos o habían perdido la vida durante la estampida. En las redes sociales aparecieron imágenes de tres cuerpos sin vida. En otra entrada podía verse la imagen del cuerpo de una persona sobre el tejado de un edificio que, según se aseguraba, había intentado sin éxito esconderse en el tren de aterrizaje de un avión y acabó por precipitarse al vacío.

Todas las compañías aéreas privadas han suspendido sus vuelos comerciales para dejar libre el espacio aéreo a los vuelos militares estadounidenses, además de evitar el espacio aéreo afgano. Pese a ello, EEUU había detenido de forma temporal todos los vuelos de evacuación para liberar a las pistas de la muchedumbre que las había tomado.

La confusión en el aeródromo contrastaba con la calma tensa que se vivía en las calles de la gran urbe afgana. El centro de la ciudad estaba completamente desierto, pese a ser el lunes un día laborable, y muchos de sus habitantes hacían cábalas sobre el que va a ser su futuro inmediato. "Estoy en estado de shock", ha asegurado a Reuters Sherzad Karim Stanekzai, quien durante toda la noche montó guardia en su tienda de alfombras para evitar el pillaje. Eso sí, pocos se fiaban de las promesas del liderazgo talibán de que serían respetadas propiedades y personas, fuese cual fuese su afiliación. "Todo el mundo está preocupado; (los talibanes) no están buscando a gente, pero lo harán, ésta es la realidad; quizás en dos o tres semanas, esta es la razón por la que la gente está intentando salir ahora", ha relatado un exfuncionario del depuesto Gobierno que está ahora escondido en Kabul.

Debate en la comunidad internacional

Mientras tanto, lejos del país centroasiático, la comunidad internacional comenzaba a debatir cómo afrontar la situación y presionar a los talibanes a respetar los derechos humanos. Durante una sesión especial en el Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario general de la organización internacional, Antonio Guterres, ha exhortado a los principales líderes mundiales a unirse en defensa de la población afgana y a presionar a los nuevos amos del país para que Afganistán no se vuelva a convertir en santuario de grupos yihadistas. "La comunidad internacional debe unirse para asegurar que Afganistán no vuelve a ser utilizado jamás como un refugio para organizaciones terroristas", ha instado.

Tras hacerse eco de "informaciones terribles acerca de graves violaciones de los derechos humanos en todo el país", el mandatario ha instado "a los talibanes y a todas las partes a respetar y proteger el derecho humanitario internacional y los derechos y libertades de todas las personas". "El Consejo de Seguridad y toda la comunidad internacional deben... trabajar juntos y actuar juntos", ha concluido.

Rusia y China, por el momento, parecen ir por libre. Ambos países han decidido mantener sus embajadas en Kabul. Representantes del Gobierno chino han venido reuniéndose de forma abierta con dirigentes talibanes, confiriéndoles un reconocimiento de facto. Moscú, con una turbulenta historia en el estado centroasiático, está a la espera de acontecimientos, aunque mantiene a los talibanes en su lista de grupos terroristas.