Miles de personas huyen de los incendios en la isla de Eubea

Más de 56.000 hectáreas han ardido durante este verano en todo el país, casi 30 veces más que la cifra media registrada en los últimos ejercicios

Las llamas devoran los bosques de Evia.

Las llamas devoran los bosques de Evia. / ANGELOS TZORTIZIS / AFP

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Miles de personas están siendo evacuadas de sus hogares en la isla de Eubea, al norte de Atenas, huyendo de un incendio de gigantescas proporciones que desde hace una semana devora los bosques de la isla desde varios frentes. “Es como una película de terror”, explica Mina, una mujer embarazada, poco antes de embarcar en un ferry en el puerto de Pefki, cubierto de cenizas. La ola de calor que afecta a Grecia desde hace una semana es la peor que ha padecido en tres décadas, afirman los expertos. Pese a que se sabe que al menos cinco pueblos han sido destruidos por completo, la magnitud de los daños aún no ha podido ser evaluada.

Desde el pasado martes, guardacostas han sacado de diferentes partes de la isla de Eubea a dos millares de personas, muchos de ellos residentes de edad avanzada. Otros han tenido que huir a pie a través de carreteras, flanqueados por árboles en llamas. “Una casa está ardiendo por allí”, indicaba una mujer a los servicios de emergencia en la pequeña población de Vasilika. “Están por todos lados, por todos lados, por todos lados”, respondía uno de los bomberos. Giorgios Kelatzidis, gobernador de la isla, ha criticado al Gobierno de la nación por haber enviado "fuerzas insuficientes", haciendo hincapié a la vez que la situación era "crítica".

El fiscal del Tribunal Supremo heleno, Vassilios Pliótas, ha ordenadouna investigación para averiguar si los graves incendios han sido causados por miembros de una organización criminal. Las sospechas se deben a la "sincronización" del "excesivo número de incendios, de una intensidad y extensión inusua, según explicó Pliótas.

El gobernador del distrito de Grecia central, Fanis Spanos, ha admitido que la situación en el norte de la isla ha sido “muy difícil” durante una semana. “Los frentes son enormes, la superficie quemada es enorme”, ha admitido a la cadena Skai TV. "Tanto el Cuerpo de Bomberos como la Guardia Costera como la Policía están haciendo esfuerzos sobrehumanos, en múltiples frentes, para proteger vidas humanas y propiedades", ha destacado el responsable. Los bomberos están completamente desbordados y no daban a basto, ha llegado a admitir el viceministro de Protección Civil, Nikos Hardalias. Uno de los problemas a los que tenían que enfrentarse los aviones contraincendios está siendo la baja visibilidad causada por los humos que ascienden hacia los cielos y las turbulencias. A falta de medios aéreos, los bomberos en tierra han luchado hasta el alba para impedir que las llamas lleguen a la localidad de Istiaia.

Ejército desplegado

Para batallar contra los incendios, Grecia ha desplegado al Ejército, mientras que varios países, entre los que se incluyen Francia, Egipto, Suiza y España, han enviado ayuda. En total, más de 570 bomberos están luchando contra los incendios en Eubea, con frentes tanto en el norte como en el sur de la isla. En nombre del pueblo griego, quisiera expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos los países que han enviado asistencia y recursos para ayudar a combatir los incendios forestales", ha agradecido el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, a través de su cuenta de Twitter.

Crece la indignación entre los locales a medida que se van contabilizando los daños. “He perdido mi casa… nada será ya lo mismo”, ha lamentado un damnificado a Reuters. “Es un desastre; es enorme;  nuestros pueblos están destruidos, no queda nada de nuestras casas, de nuestras propiedades; nada, nada", ha continuado.   

Hasta la fecha, ha muerto un bombero voluntario. Según el Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales, las llamas han arrasado en el país más de 56.000 hectáreas de terreno, en particular en los grandes incendios declarados en Eubea y otros tres en la región meridional del Peloponeso. Las cifras palidecen en comparación con la media de hectáreas destruidas anualmente en los ejercicios anteriores desde 2008: un total de 1.700 hectáreas.

Uno de los escasos incendios cuyo pronóstico parecía haber mejorado era el que afectaba a la ladera del monte Parnés, en los suburbios del norte de Atenas. Las llamas habían sido contenidas, pero existía el riesgo de que volvieran a reavivarse dependiendo de las condiciones atmosféricas. El fuego, eso sí, ha destruido numerosas casas y empresas de estos barrios.