Discurso de odio

La comunidad LGTBI+ brasileña se refugia en Portugal

El país es uno de los principales destinos de miles de brasileños que huyen de la homofobia alentada por Bolsonaro

Ahora sí se puede ir a Portugal: guía COVID para la escapada más esperada

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Lucas Font

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Ese día un coche casi las atropella. Gláucia Manzzaneira se disponía a cruzar la calle cogida de la mano de su mujer en un barrio de São Paulo, pero se detuvieron justo a tiempo. “Cuando pasó por nuestro lado, el conductor gritó que Bolsonaro iba a acabar con nosotras. No podía creer lo que acababa de ocurrir”, explica Manzzaneira. Fue a finales de 2018, pocas semanas antes de que el actual presidente brasileño ganara las elecciones. “Fueron unos meses muy tensos. Sabíamos que había personas homófobas, siempre han estado allí, pero el discurso de Bolsonaro hizo que se sintieran legitimadas para hacer este tipo de cosas”. Poco después de la victoria del candidato ultraderechista, Manzzaneira y su mujer decidieron dejarlo todo e instalarse en Portugal.

La aprobación de varias leyes, como la ley de autodeterminación de género en 2018, han colocado a Portugal entre los más hospitalarios con la comunidad LGTBI+, según organizaciones internacionales como ILGA o Spartacus International. Una situación que, unida a los lazos familiares y culturales, ha provocado que muchas personas que huyen de la inseguridad y la homofobia en Brasil opten por Portugal como lugar de acogida. “Aquí la situación es muy diferente, nunca tuve ningún problema por mi orientación sexual, más allá de algunas miradas indiscretas”, asegura Manzzaneira, residente en Oporto. “En São Paulo en cambio empezamos a tener miedo, incluso en la zona donde vivíamos, que siempre ha sido tolerante con la comunidad LGTBI+”.

Aumento de la violencia

Varios estudios independientes muestran un aumento de los crímenes de homofobia en Brasil en los últimos años, a pesar de que el Tribunal Supremo tipificó como delito penal los actos de odio contra la comunidad LGTBI+ en 2019, con penas de hasta cinco años de prisión. Según el Grupo Gay de Bahía, la organización de defensa de los derechos de la comunidad más antigua del país, en 2018 murieron de forma violenta 320 personas, una cifra que aumentó ligeramente en 2019 y que coloca a Brasil como uno de los países con más crímenes homófobos por habitante del mundo. “Es muy importante que existan leyes contra los delitos de homofobia, pero Brasil sigue siendo un país muy violento para la comunidad LGTBI+. Los números están ahí”, señala Manzzaneira.

El aumento de la violencia contra el colectivo y la victoria de Bolsonaro llevaron a Débora Ribeiro a fundar la asociación Queer Tropical en Oporto, que se dedica a dar apoyo a los brasileños LGTBI+ que quieren instalarse en Portugal y que nació como una página de Facebook. “Creé la página el mismo día que ganó Bolsonaro y en tan solo 12 horas ya tenía 1.000 solicitudes para entrar en el grupo”, explica Ribeiro, quien destaca que el auge de la ultraderecha en Brasil permitió una “salida del armario” de las personas que compartían esa misma ideología. “Todos teníamos algún familiar que ni siquiera sabía que era homófobo y que de pronto se sintió con el derecho de serlo, porque había un diputado que validaba ese discurso”. Esta situación provocó, según la activista, un “aumento absurdo” del número de personas LGTBI+ que llegaron a Portugal.

Acogida LGTBI+

Ahora la asociación Queer Tropical cuenta con 15 voluntarios que dan asistencia legal a las personas LGTBI+ que sufren la violencia en Brasil por su condición sexual, les prestan información sobre la obtención de visado y les ofrecen apoyo para acceder a los servicios de salud o a ayudas sociales. Se trata de una estructura en red que pone en contacto a personas que han pasado por situaciones parecidas y que pueden orientar a las que todavía no han llegado. “No es lo mismo ser una mujer blanca, lesbiana y de clase media que ser una persona transexual, con pocos recursos y racializada. Las necesidades son distintas y el apoyo que reciben también lo es”, explica Ribeiro.

A pesar de que no hay cifras oficiales sobre el número de brasileños que han llegado a Portugal huyendo de la homofobia y la transfobia, sí ha habido un claro aumento de las llegadas de inmigrantes procedentes de Brasil en términos generales en los últimos años. Según el informe anual del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF), en 2019 la población brasileña residente en Portugal creció un 45,5% respecto al año anterior, un aumento histórico. La tendencia al alza se mantuvo en 2020, algo que no sorprende a Manzzaneira. “Falta mucho para que la situación mejore, independientemente de la reelección de Bolsonaro. Él fue la chispa, pero el problema ahora es mucho más grande”.

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