secretos de la guerra fría

Draghi desclasifica documentos de la logia masónica P2 y el grupo paramilitar Gladio

La decisión llega tres meses después de la apertura de un nuevo juicio sobre el atentado de Bolonia de 1980

Mario Draghi se prepara para dirigirse al Senado italiano.

Mario Draghi se prepara para dirigirse al Senado italiano. / Pool / Reuters

Irene Savio

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Nueva sorpresa de Mario Draghi. Más de cuatro décadas después del sangriento atentado en la estación de ferrocarril de Bolonia, adjudicado a la extrema derecha, el primer ministro italiano ha anunciado que se van a desclasificar los documentos secretos relativos a la subversiva logia masónica Propaganda Dos, conocida como P2, y la organización paramilitar Gladio, dos grupos que han sido vinculados a algunos de los episodios más oscuros del país durante la guerra fría

Esta desclasificación “anticipada”, ha precisado la oficina del primer ministro, podría ser “útil para reconstruir episodios dramáticos que han caracterizado la historia reciente de nuestro país”. La documentación, procedente de los archivos de los servicios secretos y de algunas administraciones centrales del Estado, será enviada ahora al Archivo Central del Estado para que expertos e investigadores la puedan estudiar. “No todas las sombras han sido disipadas”, ha opinado el presidente italiano Sergio Mattarella

Los documentos desclasificados abordan distintos atentados ocurridos durante los llamados años de plomo, entre las décadas de los sesenta y ochenta del siglo pasado, y ya habían visto parcialmente la luz en 2014. Entre ellos: el atentado de Piazza Fontana (1969), el de Gioia Tauro (1970), el de Peteano (1972), el perpetrado contra la comisaría de Milán (1973), el de la Piazza de la Loggia en Brescia (1974), el de Italicus (1974), el de Ustica (1980), la matanza de la estación de Bolonia (1980), el avión DC-9 de Itavia caído o abatido sobre la isla de Ustica (1980) y el realizado a bordo de un tren (el Rápido 904) en 1984, poco antes de Navidad.

Nuevo juicio

En este sentido, en lo más inmediato, la decisión de Draghi podría aportar nuevas pistas justo cuando se acaba de abrir (en abril) un nuevo juicio sobre la matanza de Bolonia (85 muertos, 200 heridos). Un proceso cuyo principal imputado es ahora Paolo Bellini, exintegrante del grupo neofascista Avanguardia Nazionale, y cuyo objetivo es establecer quién fue el ‘cerebro’ de ese atentado. Según los fiscales de Bolonia, habría tenido un destacado papel precisamente la logia P2, un grupo que en esos años intentaba infiltrarse en el Estado para subvertir el orden democrático. 

Tanto que, en su momento, una comisión investigadora del Parlamento italiano llegó a definir a la P2 como “un Gobierno paralelo” que operaba en Italia gracias a redes integradas por espías, políticos y empresarios, entre ellos también el controvertido Silvio Berlusconi, quien luego fue el primer ministro más longevo de la historia del país.  

Aún así, la noticia han suscitado reacciones encontradas entre los analistas. “Aportarán luz sobre estos misterios”, ha sido, por ejemplo, el comentario de Miguel Gotor, docente universitario e historiador. Por su parte, Nicola Biondo, antiguo perito judicial y profesor especializado en Historia Contemporánea, ha considerado que se trata de material ya ampliamente estudiado. “Son documentos que ya han analizado fiscalías, agentes de la policía y peritos”, ha afirmado Biondo. 

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