Mano dura

Condenado por terrorismo un hongkonés con la nueva ley de seguridad nacional

Un joven de 24 años ha sido declarado culpable de terrorismo por estampar una moto contra un grupo de agentes

La restrictiva ley china ha llevado a la detención de 138 críticos, periodistas y activistas y a la presentación de cargos sobre 76

China ratifica la polémica ley de seguridad

China ratifica la polémica ley de seguridad. En la foto, cartel en contra de la nueva norma en una calle de Hong Kong.  / periodico

Adrián Foncillas

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Se llama Leon Ton Yinkit, tiene 24 años, trabajaba en un restaurante y pasará a la historia de Hong Kong como el primer condenado por la nueva Ley de Seguridad Nacional. El joven ha sido declarado culpable de los delitos de incitación a la secesión y terrorismo y podría ser castigado con la cadena perpetua. Su pena será comunicada en los próximos días.

Su culpabilidad se daba por descontada porque los hechos quedaron grabados en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo. El 1 de julio del pasado año, apenas unas horas después de la entrada en vigor de la ley, Ton Yinkit evadió con su moto de gran cilindrada todos los controles policiales hasta que la estampó contra un grupo de agentes, tres de los cuales padecieron graves heridas.

La duda, pues, era la consideración jurídica de la gran bandera negra que había ondeado por las calles antes del atropello, con la leyenda “Liberad Hong Kong, la revolución de nuestro tiempo”. “Cuando el acusado mostró esa bandera, en la manera en la que lo hizo, intentaba comunicar el sentimiento secesionista al resto e incitar la comisión de la secesión entre Hong Kong y China”, sienta el fallo. La defensa argumentó durante las dos semanas de juicio que el atropello fue accidental y que el eslogan era ambiguo y apolítico.

Brecha judicial en Hong Kong

El proceso, celebrado bajo los parámetros de la nueva ley, ha roto la tradición judicial hongkonesa. Ha sido presidido por tres magistrados y carecido de jurado. También, en contra de la casuística, fue denegada la libertad con fianza. Se entendía como el termómetro para medir la dureza con la que será aplicada la ley y el veredicto habrá agrandado la ansiedad de los que esperan turno.

Desde que entrara en vigor, trece meses atrás, la ley ha motivado la detención de 138 personas y la presentación de cargos sobre 76, así que se espera una cascada de contundentes condenas en los próximos meses para políticos, activistas, abogados y periodistas. La oposición ha quedado desactivada y el diario más hostil hubo de cerrar el mes pasado tras varias redadas y la detención de su cúpula.

La ley fue aprobada por Pekín tras haber esperado durante 23 años a que, como preveía la Constitución, lo hiciera Hong Kong. Esa larga espera, las violentas protestas y lo que China considera injerencias extranjeras empujaron a Pekín a saltarse el trámite parlamentario local. Contempla hasta la cadena perpetua para delitos como la secesión, la subversión, el terrorismo y la colusión con fuerzas del exterior. En la China continental sorprendía que cientos o miles de jóvenes fueran detenidos cada fin de semana por contrastados actos violentos y salieran de inmediato para repetirlos el siguiente. La ley, que prevé largas estancias entre rejas por vandalismo, desactivó de inmediato las protestas.

La ley plasma la fractura social hongkonesa. Para unos ha devuelto la paz al territorio tras las violentísimas y cotidianas protestas que devastaron su economía y lo empujaron al borde del precipicio. Para otros confirma los peores temores: que Hong Kong se convirtiera en una ciudad china más, sin las libertades prometidas cuando regresó a la madre patria en 1997.