Derivadas del Brexit

El Reino Unido propone a la UE renegociar profundamente el protocolo para Irlanda del Norte

La Comisión Europea rechaza cambios de calado el acuerdo y subraya que fue aceptado en su día por el actual Ejecutivo británico

Londres pide eliminar la mayoría de controles de las mercancías procedentes de Gran Bretaña

El negociador británico con la UE, David Frost, en su comparecencia ante la Cámara de los Comunes este miércoles.

El negociador británico con la UE, David Frost, en su comparecencia ante la Cámara de los Comunes este miércoles.

Begoña Arce

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El Reino Unido pretende renegociar "sustancialmente" el protocolo para Irlanda del Norte, en vigor desde el pasado mes de enero, y pide a la Unión Europea una moratoria en su aplicación. En el documento presentado este miércoles, el Gobierno de Boris Johnson propone la eliminación de la mayoría de los controles de las mercancías procedentes de Gran Bretaña con destino a territorio norirlandés, en la frontera comercial en el mar de Irlanda. La propuesta, difícilmente aceptable para la UE, puede conducir a una nueva confrontación con Bruselas, en un momento de tensión también con Londres a propósito del futuro de Gibraltar tras el Brexit.

La respuesta de la UE fue inmediata. "Tomamos nota de la declaración hecha hoy por el señor Frost. Seguiremos comprometiéndonos con el Reino Unido, también en lo relativo a las sugerencias de hoy. Estamos preparados para seguir buscando soluciones creativas, en el marco del protocolo, en el interés de todas las comunidades de Irlanda del Norte. Sin embargo, no acordaremos renegociar el protocolo", aseguró en un comunicado el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic. Además, recordó que el protocolo es una solución que acordaron tanto los Veintisiete como el actual Gobierno del Reino Unido.

Renegociación y moratoria

El principal negociador británico, David Frost, y el ministro para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, presentaron en ambas cámaras del Parlamento la alternativa del Gobierno británico al polémico protocolo, que ha afectado a numerosas compañías con inspecciones y trámites burocráticos antes inexistentes. "No podemos y no vamos a seguir así", declaró Frost, quien admitió que serán precisos cambios "sustanciales en el protocolo de Irlanda del Norte". "No lo vamos a negar”, añadió. En nombre del Ejecutivo, pidió iniciar las discusiones sobre las nuevas propuestas urgentemente y entre tanto alcanzar rápidamente "el acuerdo de una moratoria" del protocolo, para proporcionar estabilidad a las empresas y negocios.

La provincia británica se mantiene en el mercado único europeo para bienes, pero eso implica controles fronterizos con el resto del Reino Unido, una fórmula que ha creado grandes tensiones económicas y políticas, ha  sido rechazada por los unionistas, ha generado incidentes violentos y puesto en peligro el Acuerdo de Paz de Viernes Santo.

Sin controles

Según adelantaba el 'Financial Times', el Reino Unido busca la inclusión de una "declaración de honestidad" ('honesty box') según la cual las empresas indicarán que sus mercancías solo se venderán y consumirán en el territorio norirlandés. De esta manera quedarían exentas de controles en la frontera del mar de Irlanda. La UE considera peligrosa esta solución porque amenazaría la integridad de su mercado, dejándole expuesto a la entrada de bienes que no respondan a sus normas.

Londres propone también que Bruselas acepte un régimen de dobles estándares para que los productos elaborados bajo normas británicas circulen libremente en Irlanda del Norte, junto a los creados bajo normas comunitarias, cuando estén etiquetados para ser consumidos únicamente en la provincia.

El Gobierno británico pide, además, el fin de cualquier papel de la Comisión Europea o del Tribunal Europeo de Justicia en el manejo del protocolo.

Irritación de Estados Unidos

Boris Johnson discutió el martes la propuesta británica con su homólogo irlándes, Micheál Martin. El primer ministro británico sostuvo que "la UE debe hacer prueba de pragmatismo y hallar soluciones para resolver las graves dificultades que han surgido", según indicaron los portavoces de Downing Street. La posición de Dublín es la de que hay que ser "flexibles y creativos", pero siempre dentro del marco fijado en el Tratado.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, muy orgulloso de sus orígenes irlandeses, sigue de cerca la evolución de los acontecimientos y advierte que está "decidido a hacer que el Acuerdo de Viernes Santo prevalezca". En Washington aumenta la irritación con Londres. El enviado especial del presidente americano, John Kerry, afirmó este miércoles que la paz en Irlanda del Norte "es una preocupación continua" en la Casa Blanca y subrayó que "el presidente Biden está profundamente involucrado en el asunto".