Golpe duro para Israel

Ben & Jerry's se suma al boicot a la ocupación israelí con su retirada de los territorios palestinos ocupados

"Es incompatible con nuestros valores vender helados en los territorios palestinos ocupados”, ha anunciado la compañía comprometida en causas de justicia social como Black Lives Matter o los derechos LGTBIQ+

Israel no ha tardado en calificar la acción de "antisemita" y "moralmente incorrecta" a la vez que Lapid ha exigido a Estados Unidos que tome acciones legales contra la empresa

Soldados israelís en Cisjordania.

Soldados israelís en Cisjordania. / Europa Press

Andrea López-Tomàs

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“Hay muchas marcas de helado pero solo un Estado judío”. Así de contundente se ha mostrado el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, ante la decisión de Ben & Jerry’s de retirar sus ventas de los territorios palestinos ocupados. En su compromiso con la justicia social, la compañía de helados ha optado por no renovar su acuerdo de licencia con su socio israelí a finales de año a modo de denuncia por los asentamientos ilegales en Cisjordania y Jerusalén Este. La campaña BDS (boicot, desinversión, sanciones) se apunta una pequeña victoria en su afrenta por el fin de la ocupación israelí. 

Ben & Jerry’s ha anunciado en un comunicado que es “incompatible con nuestros valores vender helados en los territorios palestinos ocupados”. Por lo tanto, cuando expire el compromiso con su asociado al final de este año, los colonos judíos que viven en los asentamientos ilegales en Cisjordania y Jerusalén Este no podrán disfrutar de sus deliciosos sabores. Israel no ha tardado en responder acusando la decisión de “moralmente incorrecta”, en palabras de su primer ministro.

"Paz, amor y helado"

“El boicot a Israel, una democracia rodeada de islas terroristas, refleja una pérdida total de rumbo; el boicot no funciona y no funcionará y lo combatiremos con todas nuestras fuerzas”, ha tuiteado Bennett. Su socio de gobierno, el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, también ha criticado la decisión de la compañía y ha exigido a los Estados Unidos, de donde es originaria, que tome acciones legales. “La decisión de Ben & Jerry’s representa una rendición vergonzosa al antisemitismo, al BDS y a todo lo que está mal en el discurso antiisraelí y antijudío”, ha criticado en Twitter. 

Por su parte, el BDS y los palestinos han celebrado este gesto de la empresa que lleva por lema “paz, amor y helado”. “Este es un paso decisivo para poner fin a la complicidad de la compañía en la ocupación israelí y las violaciones de los derechos palestinos”, ha celebrado el movimiento inspirado en el boicot a la Sudáfrica del apartheid. Pero aún ve a la empresa capaz de ir más allá, ya que Ben & Jerry’s ha declarado que seguirá vendiendo sus productos en el territorio soberano de Israel. “Esperamos que haya entendido que, en armonía con sus compromisos de justicia social, no puede haber negocios como de costumbre con el apartheid de Israel”, han dicho en un comunicado.

Cuestionamiento de la ocupación

Más de 200 organizaciones palestinas y propalestinas abogan por usar medios no violentos para presionar al gobierno de Israel y terminar con su ocupación ilegal. Precisamente la semana pasada, algunos de los integrantes de la campaña BDS consiguieron que se cancelara un partido entre el Barça y el Beitar Jerusalén ante la negativa del equipo catalán de jugar en la disputada Ciudad Santa por la presión de los activistas. Tanto Jerusalén Este como la Cisjordania ocupada sufren la expansión colonial israelí, ilegal de acuerdo al derecho internacional.

En Cisjordania viven más de 440.000 colonos israelís entre unos tres millones de palestinos en un territorio que Israel capturó en la guerra de 1967. También en Jerusalén Este la violencia sobre los habitantes palestinos se ha agudizado con expulsiones y demoliciones de hogares. La retirada de Ben & Jerry’s supone una gran victoria para la campaña BDS y un duro golpe para un Israel cada vez más puesto en duda por la sociedad civil global. “Esta decisión es justa y moral”, ha tuiteado Aida Touma-Sliman, diputada de la Lista Conjunta de partidos árabes en la Knéset israelí. 

“Los territorios palestinos ocupados no forman parte de Israel y detener las ventas allí ayudará a presionar para el fin de la ocupación; esperemos que Ben & Jerry’s no sean los últimos en hacer este paso”, ha añadido. Después de las acusaciones de apartheid por parte de Human Rights Watch y organizaciones israelís hace un par de meses, la ocupación va perdiendo su apoyo internacional, aumentando su cuestionamiento.