Retira los aranceles

Cuba deja de limitar la importación privada de alimentos y medicinas

La isla sufre un grave desabastecimiento que se ha visto recrudecido por la pandemia

El primer ministro cubano Manuel Marrero.

El primer ministro cubano Manuel Marrero. / EFE

Abel Gilbert

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Los viajeros que lleguen a Cuba podrán entrar comida, productos de aseo y medicamentos sin límites, anunció este miércoles el primer ministro, Manuel Marrero, en un momento de extrema escasez y malestar social que detonó una inédita ola de protestas en todo el país. La medida, de carácter "excepcional", entrará en vigor el próximo lunes y se mantendrá al menos hasta el 31 de diciembre, explicó el número dos del Ejecutivo presidido por Miguel Díaz-Canel.

El anuncio es consecuencia de las protestas en diversas localidades del país, las mayores en seis décadas, contra la escasez y las condiciones de vida. La legislación vigente en Cuba sobre la importación de equipaje consiste en un complejo sistema de puntos y límites de peso que establece aranceles a los excesos de artículos traídos por los viajeros. En el caso de los medicamentos, se permite introducir en el país hasta 10 kilogramos. Desde el lunes se eliminarán todas esas restricciones en los puntos de entrada a Cuba excepto en los aeropuertos de Cayo Coco y Varadero. Se prevé que el efecto de esta medida sea limitado, al menos a corto plazo, ya que debido a la pandemia los vuelos internacionales que operan desde Cuba se limitan a unos pocos a la semana, parte de ellos en la ruta La Habana-Madrid. Las conexiones con países del entorno, como Estados Unidos, México y Panamá, se encuentran reducidas al mínimo.

Juicios rápidos

Cuba ha visto agravarse su endémica crisis económica con la pandemia -que ha dejado el sector turístico bajo mínimos- y las sanciones económicas impuestas por EEUU durante la pasada Administración de Donald Trump

La crisis social del pasado domingo ha dejado un saldo indeterminado de enfrentamientos entre manifestantes y la policía. Las autoridades anunciaron que los detenidos, cuyo número se desconoce, podrían enfrentarse a juicios rápidos y con condenas que podría llegar a los 20 años de cárcel. La mayoría de los arrestados tienen entre 25 y 37 años. "El odio no quedará impune", aseguró el diario Juventud Rebelde.

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