Una ola de violencia con 45 muertos sacude Sudáfrica

Los incidentes empezaron con la entrada en prisión del expresidente Jacob Zuma por negarse a declarar por corrupción

Disturbios en Johannesburgo (Sudáfrica).

Disturbios en Johannesburgo (Sudáfrica). / MARCO LONGARI

El Periódico /AFP

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Al menos 45 personas han muerto y otras 757 han sido detenidas en Sudáfrica desde que comenzaron hace varios días los saqueos y la violencia, según datos de un responsable provincial. Los primeros incidentes, con rutas bloqueadas y camiones incendiados, se produjeron el viernes, al día siguiente del encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma, condenado a una pena de prisión en firme por desacato a la justicia al negarse a declarar en un caso abierto por corrupción.

Esta protesta inicial, que ha obligado al despliegue del Ejército con la movilización de 2.500 soldados, se ha convertido posteriormente en una oleada de saqueos masivos y vandalismo indiscriminado. Los incidentes más graves se concentran en la oriental provincia de KwaZulu-Natal (de donde es originario Zuma y su mayor bastión de apoyo político) y en la populosa Gauteng (región donde están Pretoria y Johannesburgo).

En KwaZulu-Natal, el jefe de Gobierno provincial, Sihle Zikalala, confirmó este martes en una rueda de prensa un balance total de 26 muertos sólo en esa región, pero los disturbios y saqueos continúan aún, especialmente en los alrededores de las ciudades de Durban y Pietermaritzburg. Una situación similar se vive en Gauteng, donde el líder del Ejecutivo regional, David Makhura, confirmó 19 fallecimientos, con diez de ellos concentrados en una mortífera estampida en centro comercial en el distrito de antiguos guetos negros de Soweto (suroeste de Johannesburgo). "Los saqueos continúan así que no puedo decir que (la situación) esté bajo control", lamentó Makhura en declaraciones a los medios desde Soweto.

Violencia "injustificada"

Unas horas antes, el ministro de Seguridad sudafricano, Bheki Cele, había confirmado en una rueda de prensa el arresto de 757 personas en todo el país. "Ningún descontento o circunstancias personales de nuestro pueblo dan el derecho a nadie a saquear, vandalizar y hacer lo que quieran e incumplir la ley", afirmó hoy el ministro.

Cele, quien en los últimos días fue objeto de duras críticas por la incapacidad de las fuerzas de seguridad de prever y manejar la ola de vandalismo, advirtió también de que los afectados por los incidentes -tanto a nivel personal como material- no deben tomarse ahora la justicia por su mano.

Estos actos violentos empezaron el viernes en KwaZulu-Natal, provincia natal del polémico expresidente Jacob Zuma, quien el pasado 29 de junio fue condenado a 15 meses de cárcel por desacato judicial, al negarse repetidamente a declarar por corrupción. Aunque el propio exmandatario se entregó pacíficamente a las autoridades a última hora del pasado miércoles, las primeras protestas se produjeron como muestra de apoyo a Zuma, en forma de cortes de carreteras.

En los siguientes días, sin embargo, no sólo se extendieron por toda esa provincia, sino que se replicaron en otras zonas, especialmente en el área de Johannesburgo, degenerando en una oleada de criminalidad generalizada. Los disturbios se producen, además, en el peor momento de una agresiva tercera ola de casos de covid-19 en el país, que es el más golpeado por la pandemia de toda África (con unos 2,2 millones de contagios y unas 64.000 muertes).

Anoche, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, advirtió de que la caótica situación va a impactar en la seguridad alimentaria y sanitaria del país, además de suponer un severo revés para la recuperación económica en general.