Juicio a puerta cerrada

Jordania condena a dos exfuncionarios a 15 años de prisión por el supuesto complot real

Bassem Awadalá, exasistente personal del rey, y Sharif Hasán bin Zaid, miembro de la familia real, han sido sentenciados por sedición e incitación por un tribunal de seguridad

El reino hachemí entierra uno de sus episodios más oscuros que puso de manifiesto el abismo entre una opulenta familia real y una sociedad que apoyó al expríncipe Hamza

Periodistas siguiendo el juicio.

Periodistas siguiendo el juicio. / Efe

Andrea López-Tomàs

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El supuesto complot real contra el rey Abdalá II de Jordania ya tiene culpables. Dos exfuncionarios jordanos han sido condenados por un tribunal de seguridad a cumplir 15 años de prisión por sedición e incitación. Bassem Awadalá, con ciudadanía estadounidense y exasistente personal del rey, y Sharif Hasán bin Zaid, miembro de la familia real, han sido acusados de conspirar con el príncipe Hamza, medio hermano del rey, y buscar ayuda en el extranjero. El abogado de Awadalá ha tachado el opaco juicio de injusto.

A principios de abril, la siempre estable Jordania se tambaleó, y su familia real vivió sus horas más oscuras. El expríncipe Hamza, hermanastro de Abdalá II, fue puesto bajo arresto domiciliario en lo que parecía un golpe de Estado contra el rey. Hamza apuntó a que lo estaban silenciando por hablar en contra de la corrupción y la mala gobernanza. Tras resolver la disputa con la familia real, quién había sido heredero al trono no fue acusado formalmente. Ahora se desconoce su paradero. 

Después de seis audiencias en un juicio a puerta cerrada, un juez militar, el teniente coronel Muwafaq al Masaid ha anunciado este lunes el veredicto. Awadalá y bin Zaid fueron sentenciados a 15 años, aunque sus abogados han anunciado que apelarán la decisión. “El supuesto juicio de Bassem [Awadalá] fue llevado a cabo por un tribunal militar secreto donde se le negó la oportunidad de refutar las pruebas de la fiscalía y no se le permitió llamar a testigos que proporcionarían pruebas exculpatorias en su nombre”, ha declarado Michael Sullivan, que representa al exasistente personal del rey.

Sullivan también ha denunciado que su cliente había sufrido “trato inhumano, incluídas palizas y tortura psicológica”. Ha pedido a Estados Unidos que trabaje para la liberación de Awadalá alegando que “este procedimiento y el maltrato de Jordania a nuestro cliente han violado todos los estándares internacionales de justicia y derechos humanos” al mantenerlo en régimen de aislamiento durante casi 100 días. 

Sin periodistas

Los periodistas solo pudieron ver las audiencias en una retransmisión de vídeo instalada en una tienda a las puertas del juzgado fuertemente vigilado. Por su parte, la oficina del fiscal del tribunal de seguridad del estado ha negado las acusaciones y ha apuntado que solo surgieron a medida que se acercaba el veredicto. 

Awadalá cuenta con ciudadanía estadounidense, jordana y saudí. Fue jefe de la corte real y ministro de gobierno en Jordania. A su vez, fue asesor del príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, sobre la atracción de inversiones extranjeras. La opacidad del juicio impide conocer quiénes fueron las verdaderas personas implicadas en el supuesto complot y cuál fue el rol de potencias extranjeras, como Arabia Saudí. 

Jordania experimentó días críticos en los que se puso de manifiesto el abismo entre la opulenta familia real y una sociedad que aplaudió la valentía de Hamza. Este reino desértico es uno de los principales aliados de Occidente en la región y siempre ha sido sinónimo de estabilidad. Precisamente se espera que el rey Abdalá II visite Washington el próximo lunes 19 de julio para convertirse en el primer líder árabe en reunirse con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca.