Reunión en Venecia

El G-20 aprueba el "histórico" impuesto global a las multinacionales

Los ministros de Finanzas de los países que forman el grupo confirman lo consensuado el pasado 1 de julio por la OCDE

G-20

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Irene Savio

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Los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales de los países que forman el G-20, que desde el viernes se han reunido en Venecia, han alcanzado un acuerdo para imponer una tasa global a las multinacionales con una facturación superior a los 750 millones de dólares (631 millones de euros), con el objetivo de poner fin al fenómeno de la baja, o nula, tasación de las que estas compañías se han beneficiado hasta la fecha. El pacto confirma lo consensuado el pasado 1 de julio por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), y es un paso clave de cara a la siguiente reunión de G-20 de octubre, cuando se prevé que se presentarán las normas concretas de la nueva legislación.

Así lo ha explicado, en rueda de prensa, Daniele Franco, ministro de Economía de Italia, país que ostenta la presidencia de turno del G-20. “Es un acuerdo muy importante para una arquitectura internacional más estable y justa”, ha dicho Franco, quien ha confiado que de esta manera se acabe con “la carrera a la baja”. “Es un día histórico”, ha comentado, más entusiasta, Paolo Gentiloni, el comisario de Economía de la Unión Europea (UE). Ahora “debemos seguir trabajando a nivel global y europeo”, ha añadido, por su parte, la vicepresidenta primera y ministra de Economía española, Nadia Calviño. 

El G-20 ha ratificado también la medida, ya redactada en el plan de la OCDE, que establece que si la multinacional tiene un margen de beneficio superior al 10%, también tribute donde vende. El pacto supone una señal importante también porque las economías de los países del G-20 acumulan el 80% del PIB mundial. Ahora los esfuerzos deberán centrarse en la decena de países que no se han manifestado a favor del acuerdo, entre ellos tres europeos (Irlanda, Hungría, y Estonia), como también ha reconocido en estos días la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen.

Soluciones para todos

Además, al menos de momento, el acuerdo no recoge la solicitud de que el impuesto mínimo global sea superior al 15%. Una petición hecha por países como Argentina y Francia, país éste último que en 2019 aprobó un impuesto para grandes tecnológicas (la denominada tasa Google). Durante la presidencia de Donald Trump, la actitud del Gobierno francés generó tensiones y represalias de EEUU contra París. Con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, Washington ha acabado apoyando una norma coordinada a nivel global, lo que evita que la UE busque una solución por su cuenta.

Francia ha aprovechado la reunión de dos días en Venecia para pedir un precio mínimo global al carbono. A este respecto, Yellen, la representante estadounidense, ha informado que su país está abierto a debatir posibles soluciones, mientras que el comisario europeo Gentiloni ha anunciado que, la semana que viene, se presentará un nuevo paquete de medidas en Bruselas. 

En otro frente, en el marco de las discusiones sobre cómo usar potenciales ingresos fiscales adicionales, México y Argentina han puesto énfasis en la “enorme brecha digital” que existe entre países de ingresos medios y las economías más avanzadas, como dijo el ministro de Hacienda de México, Arturo Herrera. “En estas últimas, el promedio de hogares con banda ancha es del 89%. En Francia suma un 83% y México un 56%. La brecha digital es enorme", ha añadido

El G-20 no ha pactado, de momento, un aumento en la financiación de los planes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para los países más pobres, si bien estos están siendo ahora particularmente vulnerables a las nuevas variantes de coronavirus. “No creo que sea solo un problema de fondos, si no un tema de capacidad de distribución”, se ha defendido Franco, el ministro italiano.