Sudán

Un jefe miliciano será juzgado por crímenes de guerra en el conflicto de Darfur

Ali Muhammad Ali Abd-Al-Rahman, que se entregó el año pasado tras más de una década huido, niega los cargos

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Un dirigente de las milicias Janjaweed de Sudán será el primero en ser juzgado por crímenes de guerra y contra la humanidad en el conflicto de Darfur, han anunciado este viernes los jueces internacionales del Tribunal Penal Internacional (CPI).

Ali Muhammad Ali Abd-Al-Rahman, también conocido por el nombre de guerra de Ali Kushayb, se enfrentará a 31 cargos ante la Corte Penal Internacional, entre ellos asesinato, violación y tortura, según ha informado el tribunal con sede en La Haya en un comunicado. "La Sala de Cuestiones Preliminares [...] emitió por unanimidad una decisión confirmando todos los cargos presentados por el fiscal [...] y lo remitió para a ser juzgado", puede leerse en el texto.

En mayo, los fiscales confirmaron a los jueces que Abd-Al-Rahman, aliado del depuesto líder sudanés Omar al Bashir, fue un "enérgico autor" de asesinatos en el conflicto en la región sudanesa de Darfur en 2003-04. El hombre de 70 años, que se entregó el año pasado tras más de una década huido, niega los cargos. "Las víctimas de los crímenes del sospechoso son innumerables y su sufrimiento inmenso. El dolor infligido a las víctimas de estos crímenes persiste", declaró la fiscal jefe saliente de la CPI, Fatou Bensouda, al tribunal a pesar de que todavía no se ha fijado fecha para el juicio.

El conflicto

Según Naciones Unidas, 300.000 personas murieron y 2,5 millones fueron desplazadas en el conflicto de Darfur. Los combates estallaron en 2003, cuando rebeldes africanos negros, que se quejaban de discriminación sistemática, se alzaron en armas contra el régimen de Bashir, dominado por los árabes.

El Gobierno respondió desencadenando una milicia conocida como los Janjaweed, reclutada entre las tribus nómadas de la región. Bashir, que gobernó Sudán con mano de hierro durante tres décadas, fue depuesto en abril de 2019 tras meses de protestas en Sudán, y está buscado por el TPI por genocidio.

El TPI demandó en 2007 la extradición de Bashir, su ministro de Defensa Abdelrahim Mohamed Husein y el de Interior Ahmed Haroun por su responsabilidad en los crímenes cometidos durante la guerra civil. Bashir ya ha cumplido en Sudán una condena de dos años por enriquecimiento ilícito y está siendo juzgado actualmente junto con otros 27 imputados por el golpe de Estado que le llevó al poder en 1989. Además, tiene abiertas varias causas más ante la justicia de su país.

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